El comediante conversó con Martín Cárcamo sobre su historia personal desde su propia casa.
En el regreso de De tú a tú (Canal 13), Pedro Ruminot abrió las puertas de su casa para conversar con Martín Cárcamo sobre distintos episodios de su vida, como su quiebre con su padre, su relación con Alison Mandel y el cáncer que dejó atrás. Sin embargo, el comediante antes hizo un recorrido por algunos rincones significativos de su hogar.
El ex-Club de la comedia contó que lleva cuatro años viviendo en en esa propiedad, “pero volvimos hace poco porque la estaban remodelando”, aseguró, “por segunda vez; abrimos todos, y con luz, antes habían muros y dejamos todo abierto”.
Ahí Pedro vive en con sus hijos mayores, Diego y Facundo, y el menor, Baltazar, de tres años de vida, siendo este último de su relación con Alison. En vista de el el episodio fue grabado a fines de diciembre, había un árbol de Navidad cerca de la entrada.
Al lado tenía un cuadro del pintor Carlos “Bororo” Maturana, quien es tío de Alison; muy cerca estaban las gaviotas que ambos comediantes han cosechado en el Festival de Viña, siendo cuatro en total, de oro y plata, habiéndose presentado él en la ediciones del 2016 y del 2020.
Un rincón especial
En un estante, Pedro tenía una serie de recuerdos de sus fallecidos abuelos, fotos y adornos varios, siendo los más especiales una ecografía de “Balti” y un “librito muy especial”, considerando que contenía la prometa en que estuvo su retoño en sus primeros días tras ser fecundado, en vista de que fue in vitro: “mi primera camita”, se leía.
Luego, el comediante y el entrevistador pasaron a la amplia cocina, con un tragaluz en el techo, y un mesón central; en la puerta tenía escrito con tiza el nombre de los tintos integrantes de la familia.
En otro sala, tenía una sala con un libreto que guardaba distintos libros y textos de estudios, particularmente de sus andanzas en el derecho; “necesito encontrar la justicia en todo ámbito”, planteó sobre su faceta que busca convertirse en abogado.
De ahí salieron al patio, donde el pasto lo reemplazó por un cubre suelo que implica mucho menos riego; en los costados tenía su huerto, plantas varias y una agradable terraza con un quitasol. Acto seguido, se sentaron a conversar largo y tendido.