Conversamos con la reciente eliminada del reality del 13 y habló de todo, desde su última competencia, la Botota, su romance con Uriel, sus diez años en el espectáculo y hasta cómo se sintió dentro del encierro: “Me rehabilité porque salí de un reality muy raro, me costó mucho volver a ser yo, a conectarme conmigo”, reveló al diario pop.
Daniela Castro fue la última eliminada de Tierra Brava, perdiendo la competencia en el capitulo que se emitió la noche del miércoles 20 de marzo.
La exganadora de MasterChef se enfrentó a Nicolás Solabarrieta en un duelo que donde debió mover una serie de pesados sacos a una mesa movible, luego trasladar tres banderines y así encender la antorcha del triunfo.
La influencer no pudo salir victoriosa, por lo que ese fue el fin de su participación en el reality de Canal 13 que está en la recta final.
Sobre su salida, sueños, próximos proyectos y la posibilidad de entrar nuevamente a un programa de competencia conversó en exclusiva con La Cuarta. Además, la joven le reveló al diario pop algunos detalles sobre cómo le afectó personalmente el encierro.
- Dani, cuéntame, ¿cómo fue la experiencia de eliminación? ¿Con qué sensaciones te quedaste?
Eh, me hubiera gustado competir con alguna mujer, eso sí, debo decir. Pero estoy orgullosa de mi rendimiento con Nico, porque es un crack. No me vi tan lenta, supongo.
- En general, ¿cómo resumirías tu participación en Tierra Brava?
A ver, como yo lo sentí, extraño. Porque ¡Qué raro estar en un reality! Y estar a merced de todo lo que se le ocurra a los demás. Baile, canto, pelea; entonces, no es tu realidad, porque te están armando un mundo, estas conviviendo con personas que no te interesan, que no te interesan todas, entonces es súper extraño, es distinto de estar solo conviviendo. Estar con las actividades y las cosas, uno se cansa, uno lo pasa bien, lo pasa mal. Es una montaña rusa estar en un reality, la verdad, pero me gustan las montañas rusas, así que bien.
- Ah, ya, entonces en resumen, bien. ¿Cómo te viste desde afuera?
Bien, estoy tranquila, porque fui yo en mi momento de estrés. En el fondo, uno está en una situación de estrés, estás tratando de sobrevivir. Hay gente que no conoces y no sabes cómo van a reaccionar, entonces está cada uno tratando de salvárselas por sí mismo. Así que uno se pone en modo supervivencia y bastante a la defensiva, diría yo.
- Dentro de este contexto, ¿te quedas con alguna amistad?
Sí, la Pame, la Guari, Miguelito, la Cami Arismendi , Johnny, buena onda; Max, buena onda; la Garota, buena onda; Arturín, buena onda...
Pero al final te llevas bien con todos…
No, buena onda, pero buena onda es que hablamos de vez en cuando por WhatsApp, pero yo no fui a ser amigos, o sea, es trabajo. Son colegas, compañeros de trabajo, y lo conocí en una realidad diferente a la realidad afuera, donde tengo mi vida, tengo mis amigos, tengo mi realidad. Y si es que alguno de ellos lo pueden combinar con mi realidad y con lo que yo quiero hacer en mi vida, bienvenido, pero no te puedes hacer amigo de alguien así de la noche a la mañana, hay que trabajar la amistad. La vida que viví adentro es la del reality, ahora me toca vivir mi vida afuera.
- Bueno, también dentro del reality tuviste un romance. ¿Cómo quedó eso?
¿De qué estás hablando? ...
- No po’ Dani, no te hagas lo loca.
¡Broma, broma! Sí, con Jonathan (Ríe). Ya, ya, es broma, Bien, con Uriel (Romero) somos exes, exes de reality.
- Igual icónico.
Sí, teníamos un amorío en el reality. Cuando uno termina con alguien es lo mismo, pero solamente que ahora no tienes por dónde ver a esa persona, porque cuando uno termina con alguien afuera, están los amigos, está la familia, pero en el reality no hay nada, entonces es más fácil cortar, pero le deseo lo mejor a mí Papi Chulo, porque yo le puse así, así que créditos para mí.
“Me rehabilité porque salí de un reality muy raro”
- ¿Hoy volverías a ser parte de un reality o de una competencia? Porque esta no fue tu primera competencia en televisión.
Sí, me encantan las competencias, pero yo compito conmigo, trato de ser mejor de lo que fui en la competencia anterior. Y volver a un reality también, no descarto nada. Hay que ver todo en su debido momento, pero yo feliz, uno nunca sabe, siempre hay conversaciones, siempre hay oportunidades, hay que ir viendo y barajando. Pero ahora que ya me rehabilité, estoy tranquila.
- ¿Cómo que te rehabilitaste?
Me rehabilité porque salí de un reality muy raro, no entendía nada, me costó mucho volver a ser yo, a conectarme conmigo. Cuando salí no sabía por dónde partir, era como, ¿qué hago ahora? Y tenía mil trabajos, proyectos personales y trabajos con marcas, pero no sabía por dónde partir, no sabía a dónde dar el primer paso. Fue súper raro, pero ahí con mi terapia y mis cosas, volví a ser yo y a conectarme con mi esencia, eso es lo más importante, y también ver para atrás, ver qué hice mal, qué hice bien, por qué me callé tantas veces… por eso digo que uno está bajo presión, hablas más de la cuenta y comentas cosas que afuera te dan lo mismo, adentro te metí en cosas que en verdad son puras tonterías.
- Después te das cuenta cuando te ves…
Sí, lo ves y dices ¿para qué hablé? Pero es que adentro estás en verdad estresado, estás en modo grito. Entonces después cuando salí estaba muy sensible, muy llorona, pero de a poco volví. Estaba súper bien antes de entrar, después como que la ola me revolcó en el reality, me escupió, me sequé, me saqué la arena y ahora estoy mejor que antes. De todo se aprende.
- Yo recuerdo ver TikToks donde la gente decía que tú eras su espíritu animal, por tu naturalidad y espontaneidad.
Es que yo soy así, yo no hice un personaje. La edición puede ayudar a potenciar cosas o no, pero yo siempre fui muy así, espontánea, escandalosa, gritona, intensa; si me río, me río con escándalo, si lloro, lloro como si se fuera a acabar el mundo, y si me equivoco, también me equivoco con todo, y si pelo, pelo con todo; si la cago, la cago no más, y si tengo que pedir disculpas, lo hago. Trato de ser súper consecuente conmigo y adentro también siento que perdí un poco de esa consecuencia con mi esencia. Me hubiera encantado conocer a todos un poco más, y tengo mil mea culpa pero estaba en una situación de estrés y lo entiendo.
- ¿Y hay algo en específico que te quedó así como una espinita?
No, nada. Si bien hay muchas cosas de mí que no me gustaron, como por qué dije o hice algo, lo que a mí me molesta es que me metan en el mismo saco que mis compañeros y mi grupo de amigos. Había muchos que hablaban o les caía mal la Chama (Alexandra Méndez) y yo por estar escuchando o por reírme creen que uno opina igual y no es así, eso no me gusta.
- ¿Cómo te llevabas con la Chama?
Nunca le dije que se tenía que ir del país, nunca le dije que no entrara a Chile, nunca le dije que no la querían, pero como se lo decía a mis compañeros creen que yo lo decía y no. De hecho, al final, muy buena onda con ella. Lo único que sí me arrepiento siempre, pero no con la Chama, es haber votado por mejor compañera por la Botota.
- Uf, es que con Botota pasaron mil cosas…
¡La peor compañera, la Botota! Yo la voté mejor compañera porque estaba cufifa, yo le dije a la Karlita (Constant) que me tomé una copa de vino y estaba ahí como que no entendía nada. Pero sí, ahí me equivoqué, yo creo que entendí la pregunta (ríe).
“La fama podría haberme durado cinco minutos y vamos en diez años”
- Dani, en el programa de Pamela Díaz “Sin editar” dijiste que tú siempre quisiste ser famosa. ¿Estás contenta con tu recorrido en televisión?
Ay, mira, llevo diez años, que no es nada, porque hay gente que llega mucho más, pero estoy súper contenta, ¿sabes por qué? Porque una cosa es hacerse conocida y la otra cosa es saber usar las oportunidades y en eso estoy súper orgullosa de lo que he construido, porque no cualquiera que sale de un programa y logra después de diez años seguir vigente y que no sea a causa de polémica o de peleas. Estoy orgullosa de lo que he hecho, de haber logrado mi comunidad con la Guapirulis, que gracias a eso junté 15 millones para llevar a los animalitos en el incendio, por ejemplo, creo que eso habla de lo que he construido, de la credibilidad que tengo.
- ¿ Y cómo manejas a los haters?
Siempre hay gente que me odia y me encuentro bacán que hablen de mí, porque al final sí te odian… Mira, me acuerdo cuando estudiaba Arquitectura había un proyecto que mi profesor me felicitó y lo pusimos en una exposición y generaba mucho debate, y mi profesor me dijo: “Dani, lo que no genera debate es aburrido”, qué fome que todos estén de acuerdo con algo. ¿Cómo le vas a caer bien a todos? Pero más allá de eso, estoy orgullosa de que mi comunidad, que me siguen hace tiempo y confían en mí, están ahí siempre, compran mis libros, mis collares, y me he ido reinventando en base a la creatividad, mis recetas, a que siempre tengo algo que hacer y no estoy esperando que alguien me llame. Yo genero mis cosas y yo aprovecho las oportunidades. La fama podría haberme durado cinco minutos y vamos en diez años.
- Y todo gracias a tu trabajo.
Así es, gracias al trabajo que he hecho. Podría haberme agarrado a un futbolista o a un cantante. ¡Me agarré a un cantante urbano igual! Pero podría haber hecho el camino más corto pero he hecho el largo, pero seguro.
- Y hablando de esto mismo, ¿cuáles son tus planes ahora?
No, hablo de mis planes, porque los planes son planes. Fundamental, importante, guardar las cosas hasta que uno las cumplan, No es que vayan a tener vida ni nada, pero cualquiera puede tener un mal pensamiento respecto a lo que tú querías hacer y se difumina y se desaparece, entonces las cosas se cuentan cuando están hechas.
- Entiendo perfecto, pero en qué estás ahora en concreto.
Bueno, tengo mucho trabajo, como siempre, haciendo mis reels. Haciendo mis collares, y se vienen cosas choriflais. ¡Qué nos vaiga bien!
- ¿Te gustaría seguir en televisión?
Sí, me gustaría estar con un proyecto de televisión o radio, quiero volver a la radio, me gustaría comunicando porque hay otras cosas que uno puede compartir, desde la ansiedad, desde el crecimiento personal.
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