Mark Saltzman, guionista de "Plaza Sésamo" aseguró que los títeres que comparten departamento son pareja y no amigos.
Una fuerte polémica sobre la orientación sexual de Beto y Enrique, personajes de la serie Plaza Sésamo, se desató ayer tras las declaraciones de Mark Saltzman, guionista de la serie.
En conversación con revista Queerty, Saltzman declaró: "cuando escribía a Beto y Enrique, pensaba en ellos como pareja. No tenía ninguna otra manera de contextualizarlo".
Incluso, el escritor fue más allá y se aventuró a asegurar que los títeres estaban basados en su propia relación con el editor de cine de la serie Arnold Gassman, de quien fue pareja por 20 años.
"Arnold era el ordenado, el organizado, como Beto. Yo era más como Enrique, el bromista (...) El trastorno obsesivo compulsivo de Arnie creaba fricción con lo caótico que soy yo. Y esa es la dinámica de Beto y Enrique. Llevé esa dinámica a los personajes", señaló.
"Son los mejores amigos"
Las declaraciones de Saltzman sacaron ronchas en Sesame Workshop, que de inmediato lo desmintió.
"Como siempre hemos dicho, Beto y Enrique son los mejores amigos. Fueron creados para enseñar a los preescolares que la gente puede ser buena amiga de quienes son muy distintos".
"Aunque son identificados como personajes masculinos y poseen muchos rasgos y características humanas, siguen siendo marionetas y no tienen orientación sexual", señalaron.
Otro que salió a criticar las declaraciones de Saltzman fue Frank Oz, a quien le ha tocado estar detrás de alguno de los monitos del show.
"Está bien si él siente que lo son, pero por supuesto no lo son. Pero ¿por qué esa pregunta? ¿Realmente importa? ¿Por qué la necesidad de definir a la gente como sólo gay? Hay mucho más en un ser humano que sólo heterosexualidad u homosexualidad", fueron sus palabras.
El rumor sobre la orientación sexual de Beto y Enrique surgió porque desde el inicio del show, en 1969, ambos han compartido departamento. Este hecho ha originado intensos debates en Estados Unidos, debido a la naturaleza infantil del programa.
Por otro lado, en el año 2013 la revista The New Yorker los consagró como íconos gay al hacerlos protagonizar la portada de la edición del 15 de julio, cuando se derogó la ley que establecía que el matrimonio era la unión exclusiva entre un hombre y una mujer.