Ziad Fazah, que se hizo conocido en “Viva el lunes” por decir que se peinaba con 58 idiomas, recordó su “bochorno gigante” y contó que hoy necesita por lo menos dos semanas para preparar el “hablamiento”.
Corría 1997 y los animadores de "Viva el lunes", Ceci Bolocco, Kike Morandé y Álvaro Salas, presentaron con bombos y platillos a un tal Ziad Fazah, quien decía ser políglota y peinarse con más de 58 idiomas. Y bueno, al final le dio el síndrome Lucho Jara, y falló en sus intentos de traducir, por ejemplo, el persa, el ruso o el chino. Igual, estaba peluda. Después de 23 años de aquella vergonzosa situación, La Cuarta activó el roaming y le pegó un llamado al hombre que actualmente vive en Porto Alegre, Brasil, quien recuerda aún su gran momento en la tevé. "Yo ya iba con miedo a ser puesto a prueba", rememoró. "A mí me invitó un hombre de Argentina, y él fue quien me traicionó mucho. Es que un políglota, por más que se maneje en muchos idiomas, si no los practica puede olvidarlos. Me dijeron que iba a ser una entrevista en español, pero después las cosas cambiaron", contó el libanés de 67 años. - Mish, ¿lo pillaron con la guardia baja? Sí, yo había ido a Chile para probar que era un verdadero políglota, que aprendió en tres años las distintas lenguas. Pero yo tenía miedo de ser puesto a prueba en esos idiomas tan difíciles, que hace mucho tiempo no practicaba. La verdad, fue un bochorno gigante. - A pesar de la mala experiencia, ¿tiene buenos recuerdos del país? Así es... La gente tiene mucha cultura en Chile. De hecho, cuando tuve mis pasos por el programa, sentí que el público que estaba ahí me apoyaba psicológicamente. Al pueblo chileno jamás lo olvidé. - ¿Los pesados fueron los profes que lo pusieron a prueba? Sí, estoy seguro que el hombre del hindú, que me hizo leer uno de los mensajes, sentía envidia de mí. Creo que él quiso que yo no pudiera leerlo para decir que no era políglota. - Mira, tú... El que me habló en chino mandarín lo hizo súper rápido, para que no le entendiera. Fue una gran trampa para derrumbarme. - ¿Qué ha sido de su vida en todos estos años? Bueno, vivo en Brasil, estoy casi jubilado. Fui un maestro de idiomas extranjeros en Río de Janeiro. Eso sí, ahora estoy viviendo en el sur de Brasil, Porto Alegre. Paso mi tiempo haciendo programación en distintos lenguajes, juntándome con amigos y la familia. - Oiga, y allá en el país de las caipiriñas, ¿lo conocen? Cuando vivía en Río de Janeiro, ahí la gente me gritaba 'Ziad, Ziad, ¿cómo estás?', porque me conocían de la televisión. Algunos eran bandidos, pero no me hacían nada, porque me habían visto de la pantalla. - ¿Y sigue siendo bueno con las lenguas? Hoy en día, si quiero hablar idiomas, necesito dos semanas para practicarlo. Esa es la verdad, necesito eso de tiempo para hablarlo con habilidad. ¡Es que estoy viejo! Cuando estuve en Chile era un gentleman, ahora ni tengo pelo, jajajá.