Cegado y tozudo en sus proyectos, durante años ha producido de manera independiente sus programas. Dotado de un ojo clínico, sembró en la segunda franja nocturna su nicho y obtuvo variados réditos.
Juan Carlos "Pollo" Valdivia renunció a todo: a las grandes escenografías, a los panelistas, a los invitados, a las chicas guapas y escotadas. A todo, menos a su opción de capitanear "Toc Show" (TV+). Hoy muestra una faceta minimalista donde solo frente a la cámara basta y sobra para lograr esa necesaria conexión con el público.
La pandemia y sus coletazos ha obligado a todos los que hacemos TV a cambiar estructuras y echar por tierra paradigmas que permanecían enquistados. Hasta antes de la crisis un programa unipersonal en la pantalla abierta era impensado. Sin embargo, el Pollo hizo su jugada y le resultó. Sentado en el estudio, solo acompañado de su narrativa punzante, irónica, analítica y rebelde, sustenta un espacio que es del gusto de las audiencias.
Apañado de imágenes que recolecta en el cybermundo, Valdivia entretiene, divierte e informa. Así demuestra su madurez televisiva y deja en claro que las canas en la industria son un plus.
Hace rato que el "Pollo" abandonó el estigma del "Hugh Hefner", el presentador rodeado de esculturales bellezas que respondían pícaras preguntas. Todo eso quedó sepultado. En la retina de sus fans quedaron secciones emblemáticas de su autoría como la "cultura chupística" o las encuestas hot a sus panelistas argentinas.
Cegado y tozudo en sus proyectos, durante años ha producido de manera independiente sus programas. Dotado de un ojo clínico, sembró en la segunda franja nocturna su nicho y obtuvo variados réditos. Fue el caso de "Así Somos" donde estableció un esquema de conversación simple, como en el living de la casa, con Felipe Vidal, Carolina Brethauer y Alvaro García. Lo mismo que "Pollo en Conserva", espacio que hacía dura collera a los matinales.
"Toc Show" hoy vive un renacer que vale la pena analizar. Son tiempos donde el televidente sintoniza con el contenido más que en la forma; donde más vale entregar ideas que grandes puestas en escena. Una lección que vale la pena para los "grandes" de la TV chilena: más vale tener "winter ya" que una billetera millonaria.