“Por favor, que esto termine”: la reflexión sin filtro de Javiera Contador sobre su fallido show en el Festival de Viña

“Chile es un país de bullying y el Festival de Viña es una gran muestra de eso", reflexionó Javiera Contador. FOTO: Aton.
“Chile es un país de bullying y el Festival de Viña es una gran muestra de eso", reflexionó Javiera Contador. FOTO: Aton.

“Descubrí que no soy capaz de ser graciosa ni de hacer la pega que tengo que hacer en cualquier circunstancia”, planteó la comediante.

A seis meses de su fallida presentación en el Festival de Viña, Javiera Contador alzó la voz y habló en extenso sobre lo que fue esa compleja experiencia en el escenario de la Quinta Vergara.

La comediante abordó el tema con Paula Escobar en una nueva versión de la Cátedra Mujeres y Medios UDP. Ahí, compartió unas crudas reflexiones al respecto.

“Descubrí que no soy capaz de ser graciosa ni de hacer la pega que tengo que hacer en cualquier circunstancia”, confesó la también actriz.

Luego, se refirió puntualmente a lo que pasaba por su cabeza en medio de los constantes abucheos del Monstruo.

“Esto va a ser imposible. Era una sensación súper triste y yo sin agua, estaba seca. Estaba entera hecha cortisol, tratando de congeniar alguna idea con la gente pifiando y el público que está adelante con una cara de pasarlo pésimo, como una tortura, pensando ‘hagan algo, que la hueona se muera, que alguien entre, por favor que esto termine’. Para todos era un suplicio”, relató.

Además, también se refirió a la irrupción de las mujeres en la comedia tanto nivel local como internacional.

“Hay muchas, pero sus circuitos también son menos visibilizados. En general, a las mujeres les cuesta más. Siento que el estereotipo del hombre bueno para la talla es como casi un ente social; la mujer buena para la talla es como más de sus amigas, no cumple o no cumplía un rol tan social y ahora sí, aunque siento que en las comunidades de mujeres siempre ha habido mucha risa”, planteó.

Luego, Contador retomó el tema de su paso por la Quinta Vergara y la reacción del público en esa jornada en torno a su rutina.

“Para contarte una historia divertida, un chiste, yo necesito que estemos medianamente conectados. Si eso no ocurre, es muy difícil entrar. Hice lo que pude y más o menos, inconexo, porque mi cabeza era como que iba a explotar. Pero sí sentí que ese minuto no podía definir mi vida”, recalcó.

Le cierra las puertas a Viña

En tanto, afirmó que por nada del mundo volvería a repetir esa experiencia de participar en el Festival de Viña.

“No porque no crea que tengo capacidades para retomarlo, sino que porque ese nivel de exposición me produce a mí una angustia”, sostuvo.

Por último, a modo de cierre, compartió una profunda reflexión.

“Chile es un país de bullying y el Festival de Viña es una gran muestra de eso. Estamos en un momento de una rabia profunda y no sabemos cómo volcarla, somos una sociedad que está en un gran debe con la salud mental y la risa siento que aporta en esa área. Hay que tener unas ganas y un cuero de chancho que yo no tengo, no  lo disfruto. No tengo ganas de ir a defenderme cada vez, tengo ganas de ir a hacer la pega que sé hacer y ojalá que se rían lo más posible”, remató.

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