La favorita del público lamentó que su ¿pareja? dentro del encierro se fuera sin decirle absolutamente nada. “Es un poco chocante para la persona que se queda acá”, sinceró.
“Me cansé de la hueá”, se justificó Sebastián.
Frente al desconcierto de su amigo Francisco, que no entendía por qué dejaba la casa nuevamente, el exparticipante de Doble tentación y Resistiré resolvió así su renuncia a Gran hermano, sin darle demasiadas vueltas, luego de una jornada donde enseñó su peor rostro: se enfrentó prácticamente a todos sus compañeros en el encierro por el ítem comida.
Tampoco hizo caso a la reprimenda de Pincoya. “Siempre haces lo mismo. Te vas como los hueones mari…”, lo buscó ella, una vez notó que Ramírez armaba su mochila.
Ellos, dos tercios de La familia Lulo, lo acompañaron hasta la salida, aún intentando comprender sus motivos.
Entonces, la que faltaba en la ecuación, Constanza Capelli, abrió los ojos sólo para enterarse que su ¿pareja? ya no estaba más. Intentó alcanzar sus pasos, pero era demasiado tarde.
Le gritó desde adentro un par de veces: “¡Seba! ¡Seba!”.
“¿Por qué se fue? ¿Por qué no dijo nada?”, se cuestionó más tarde.
Al regresar a la habitación, Cony le contó al resto de sus compañeros lo que había ocurrido. La reacción de ellos fue casi de alivio. Jorge, por ejemplo, puntualizó que “era lo mejor”.
“Feo cu…, ya vas a ver, conche…”, reaccionó algo más distendida Capelli.
Finalmente, la favorita del público acudió al confesionario para preguntarle al Gran hermano cuáles fueron los motivos que impulsaron a Ramírez a abandonar el reality:
“A veces, hay que respetar las decisiones de las otras personas (…); es un poco chocante para la persona que se queda acá. Me da más incertidumbre. Sabía que se quería ir”, completó, a modo de reflexión.
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