Provocaciones de Mateucci generó intenso nuevo enfrentamiento con Pangal en Ganar o Servir: avance muestra el momento

Los ánimos están al rojo vivo en el programa de Canal 13.

Este miércoles se pudo ver cómo Pangal Andrade perdía la paciencia con Luis Mateucci, con quien casi se fue a los golpes. En el adelanto de este jueves se mostró un nuevo enfrentamiento entre ambos.

Tras una serie de provocaciones, donde el argentino trató de “Quico” al deportista, éste no se aguantó y quiso ir a encararlo. Sin embargo, la intervención de sus compañeros y de integrantes de la producción lo detuvieron para que el cuento no pasara a mayores.

Luego, tras recibir el reto de Amanda, de forma inesperada Luis justificó su comportamiento mientras lloraba desconsoladamente.

“No victimicemos a una persona que me dice de todo, él me dice chanta, me dice argentino, poco hombre, doble cara. No me venga a decir que se siente porque le dicen Quico. ¡No se merece nada, piensa que me voy a sentir menospreciado por ser argentino!”, se lamentó entre lágrimas.

La nueva pelea

En el adelanto del capítulo de hoy jueves, se puede ver como Luis Mateucci vuelve a molestar a Pangal.

Mientras Andrade conversaba con Camila Recabarren, el argentino comenzó a gritarle: “¡A trabajar Kiko, vamos a los que viniste!”. Esto en alusión a que Andrade se encuentra en la posición de “sirviente”.

Muy molesto, Pangal fijó su vista en el argentino. “Deja de mirar”, le decía Mateucci, mientras Fran Maira le pedía que parase de molestar. “Yo paro... Que no mire boludo”, insistió el cantante.

“Te vas a poner a llorar de verdad ahora”, respondió el chileno, a lo que Luis le siguió contestando: “¿Qué? No mirés. Caes mal... No me voy a achicar, cuántas cosas malas me dijiste a mí”.

Mientras Mateucci comenzaba a mostrarse más enfurecido, y sus compañeros intentaban calmarlo, Pangal se mantenía firme. “Ya no vas a llorar para la tele, vas a llorar de verdad”. “¿Qué? ¿Qué? Vení a pegarme a mí”, insistió el exnovio de Oriana.

Al parecer esta vez los ánimos lograron calmarse y no se llegó a las manos como en la ocasión pasada.

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