Uno de los músicos fundadores de Van Halen lleva cinco años tratándose un cáncer de garganta en Alemania. Esa vieja costumbre de morder la uñeta de metal que lo acompañó por más de dos décadas causó estragos en el talento que odiaba cantar y que amaba sacarle mágicas notas a su guitarra.
Aunque el drama del músico holandés Edward Lodewijk Van Halen (64), conocido popularmente como Eddie Van Halen, inició hace casi dos décadas, cuando en el 2000 médicos oncólogos le diagnosticaron un melanoma en su lengua, que le significó perder un tercio de ella en una intervención quirúrgica.
La vida del eximio guitarrista y fundador de Van Halen había navegado por aguas tranquilas gracias a un favorable tratamiento que le significó quedar limpio de cualquier vestigio de cáncer en 2002.
Debieron pasar más de tres lustros para que, con el mismo impacto y pesar para sus seguidores en el mundo se supiera que el talentoso líder de la banda que abrió una nueva ruta al clásico rock duro de los ochenta por otro más cercano a los acordes de una rebelde guitarra, había caído nuevamente en desgracia.
El maldito cáncer
Un cáncer de garganta que, según reveló ayer el portal gringo de noticias de farándula TMZ, se viene tratando hace ya 5 años en Alemania y que tendría su origen en la uñeta de metal que por décadas acompañó al guitarrista en sus presentaciones.
"Al parecer, Eddie tuvo la uñeta en su boca, y le han dicho que bien podría haber sido la fuente del cáncer, a pesar de que era un gran fumador", reveló TMZ, en una noticia que a los pocos segundos dio vuelta al globo en varias ocasiones.
Un mal hábito que en palabras del afectado lo tiene luchando otra vez contra un temido desenlace. "Usé púas de metal, que siempre tuve en la boca, en el lugar exacto donde tenía el cáncer de lengua".