De un tiempo a esta parte, Mónica anda chispita que nunca y cada vez que se enoja no deja títere con cabeza en Gran Hermano. De hecho, en el capítulo de este martes, tuvo un nuevo arranque de furia y la víctima fue nada menos que Rubén.

Así nomás, pues la longeva participante del reality, de 77 años, perdió la paciencia cuando la despertaron mientras tomaba una siesta.

Todo surgió cuando Rubén llegó a su habitación para tirar la talla con Pincoya y Coni. De hecho, de un segundo a otro comenzó a hacerle cosquillas a Capelli, quien lanzó un gritó que despertó a su compañera de pieza.

Por lo mismo, Mónica explotó y arremetió sin filtro contra el ex carabinero. ”A ti te estoy hablando, oye Rubén, ¿Qué andabai’ hue… allá en mi pieza?”, lo encaró.

“Qué andabai hue… no más, se me salió el garabato”, lanzó en medio de la sorpresa de los presentes, pues Ramos no suele decir palabras soeces.

El descargo de Mónica

Luego, se tomó un minuto y le explicó la situación a Rubén. “Escúchame y dame la razón. En la noche pasa lo mismo”, sostuvo mientras golpeaba una almohada con su peineta.

“No me dejan dormir y ahora estoy descansando y se ponen a gritar otra vez. Está durmiendo también Rai quien se sacó la mugre lavando todo el montón de loza. Es lo mismo que si yo me pusiera, cuando están descansando, a gritar. Ya está bueno ya, yo quiero ir a hablar con Gran Hermano”, se desahogó.

Tras cartón, Mónica decidió aceptar las disculpas de su compañero, pero con cara de pocas amigas.

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