La animadora, que en la primera jornada lució un vestido de dos piezas rojo, hoy apostó por algo más atrevido.
Tal como en la jornada de apertura, donde dio que hablar con su vestido rojo, que representaba el poder de la mujer, ahora María Luisa Godoy optó por un atuendo mucho más atrevido en tonos blancos.
En concreto, en esta oportunidad Godoy salió al escenario acompañada de Martín Cárcamo luciendo un vestido satinado, que según la producción, está hecho de seda georgette irisée con un mix de hilo blanco y plateado entrelazado para dar el efecto brillante que llamó la atención de todos.
Además, otra parte que destaca de su vestuario es el top que llevaba amarrado al cuello y bolero, que fueron bordados a mano con filamentos de Swarovski Charleston.
Es más, calculan que el trabajo de confección a mano tomó más de… ¡200 horas!
Finalmente, para darle un cierre a lo grande, Godoy apostó por unos zapatos plateados fabricados por el diseñador Patricio Arévalo. Las joyas, en tanto, pertenecen al trabajo de Carola Amenábar.