El Rey del Pop cargó toda su vida con uno de los momentos más tensos del espectáculo. Reconoció su error y se encerró en una habitación por 24 horas luego de ver los terribles registros de la prensa que lo dejaban como un padre negligente. Hoy, el niño que fue presentado al mundo con una manta en el rostro tiene 22 años, quiere ser cineasta y pidió ayuda legal para que su abuela dejara de malgastar el dinero de su fallecido padre.
Si hay una figura en el espectáculo que genera tanto cariño como rechazo, ese es Michael Jackson, quien aún muerto no solo sigue facturando millones, sino que además hace crecer mágicamente los mitos en torno a su figura conforme pasan los años.
Rodeado de múltiples polémicas -algunas incluso creadas por él mismo- el Rey del Pop tiene varias historias que han quedado grabadas en la memoria de las personas, y otras tantas que evidentemente jamás sabremos.
Entre las acusaciones de abuso infantil, las teorías por su cambio de color de piel -que en la autopsia se confirmaría fue producto del vitiligo- y las operaciones en el rostro; también está una de las más controversiales de todas, la ocasión en la que asomó a su hijo menor en el balcón de un edificio en Alemania, país que visitó por los Premios Bambi, que lo reconocerían como el Artista Pop del Milenio.
¿Qué sucedió?
El hecho ocurrió en noviembre de 2002, cuando varios de medios se agolparon junto a unos 200 fans del cantante a las afueras del hotel de lujo Adlon, para ver a la megaestrella que se alojada en el quinto piso. La multitud se mantuvo allí durante todos los días que duró su estadía en Berlín, donde llegó acompañado de sus hijos Prince, de cinco años en ese entonces; Paris, de cuatro; y el bebé de menos de un año, Prince II.
En la cabeza del artista, la situación que ocurriría iba a ser emotiva y especial, él estaba más extrovertido de lo normal y especialmente comunicativo con quienes le gritaban desde la calle, de hecho, en varias oportunidades se asomó para saludar, lanzaba mensajes escritos en toallas, almohadas, y aviones de papel.
Fue esa actitud hiperventilada la que le jugaría una mala pasada, porque terminó protagonizando uno de los momentos más tensos de la cultura pop. Y por el cual luego sería parodiado en películas como Scary movie y series como Los Simpson.
“¡Hey Michael, queremos conocer a tu familia!”, era lo que más le gritaban. Así que de manera inesperada, aquel martes 19 de ese noviembre, el intérprete se asomó por el balcón mientras sostenía a su pequeño hijo entre sus brazos, el bebé tenía su rostro cubierto por una manta.
Alzó al menor por sobre la barandilla y luego lo ingresó rápidamente, fueron solo un par de segundos pero 24 horas después de lo ocurrido el vídeo y la secuencia de fotos recorrieron el mundo, quedando para siempre en la retina de las personas.
La cacería de brujas
Durante meses fue criticado por lo ocurrido, lo llamaron “demente”, “negligente” y hasta “asesino” por arriesgar de esa manera a un bebé. El Daily Mirror lo calificó de “Papá Loco Malo” y que “La policía de Berlín debería arrestar a este padre negligente por poner en peligro a su propio hijo”; The Sun lo llamó “Lunático” y Expressen afirmó que “Jackson juega con la vida del bebé”.
Abrumado por la situación, la estrella emitió rápidamente un comunicado disculpándose: “No tengo excusas para explicar lo que ha ocurrido. He cometido un terrible error. Me dejé llevar por la emoción del momento. Nunca pondría en peligro la vida de mis hijos. Nunca”.
Según uno de sus guardaespaldas, el cantante se había encerrado en su habitación durante un día entero, avergonzado después de ver las fotografías del momento.
¿Qué pasó realmente?
En febrero de 2003, se estrenó el polémico documental Living with Michael Jackson, en el que el periodista Martin Bashir -el mismo que engañó a la princesa Diana para obtener una entrevista- conversó con el intérprete.
Allí el artista se explayó sobre el incidente, admitiendo la superficialidad de su acto, pero acusó a la prensa de ensañarse contra él. “La niñera estaba allí conmigo. Y yo mantenía al niño fuertemente apretado y... me dejé llevar por el momento. Le mantenía bien sujeto, solo intentaba decir hola a mis fans alemanes que me pedía ver a mi nuevo bebé, y decidí mostrarles a Blanket un minuto... en realidad fueron dos segundos”, declaró.
“Pero cuando salió en las noticias, lo pusieron a cámara lenta, y me hacía parecer un excéntrico idiota, balanceando a su bebé sobre el balcón, como un cabeza hueca. No emitieron la historia completa... No me hace feliz haber colgado a mi hijo sobre el balcón, pero me hace feliz haber dejado que los niños saludaran”, argumentó.
“No iba a dejar que el niño cayera. No soy idiota. Soy muy inteligente. No se puede triunfar y ser estúpido. Si cualquier otro lo hubiera hecho, si fuera cualquier otra estrella en el mundo, nadie hubiera dicho nada”, afirmó.
En el documental, Bashir leyó un diario donde afirmaban que “Después de lo ocurrido en Berlín, la gente debería estar preocupada por el bienestar de los hijos de Jackson”. A lo que él responde “No me conocen. ¿Cómo pueden decir eso cuando no me conocen?”.
¿En qué está su hijo este 2024?
Actualmente Prince II -quien era llamado Blanket (manta en inglés) de forma amorosa por su padre pero de forma despectiva por la prensa- tiene 22 años, y cambió su nombre a Bigi Jackson.
Es el más discreto de todos los hermanos, recientemente ganó un premio por su primer cortometraje y busca una carrera como director de cine.
A principios de abril pasado pidió a un tribunal que interviniera para que su abuela Katherine Jackson no malgastara el patrimonio de su papá en una eterna demanda que tiene la familia Jackson con Sony Music, el sello que tiene el control de la música del fallecido artista.