“Que soy millonaria, cuica, facha...”: Javiera Díaz de Valdés revivió años de bullying y “manejo” contra los prejuicios

Javiera Díaz de Valdés revivió años de bullying y "manejo" contra los prejuicios.
Javiera Díaz de Valdés revivió años de bullying y "manejo" contra los prejuicios.

La actriz se remontó a su niñez, cuando arribó a Chile desde España, y el lidiar con las opiniones de los otros sobre sus orígenes.

Javiera Díaz de Valdés hizo un repaso sobre su historia, particularmente desde su debut en la película Sexo con amor en el 2003, fama que le implicó enfrentarse con algunos prejuicios.

“Era muy chica, extremadamente inmadura”, recordó la actriz, quien en ese entonces tenía sólo 21 años, en un reciente capítulo de Todo va a estar bien (Vía X). “Siento que se me abrieron las puertas demasiado fácil respecto a otros compañeros actores”, pero “decidí terminar la escuela (de Teatro)”, porque “lo pasaba muy bien”.

Además, “no quería un trato muy diferente, quería una relación horizontal con el resto, porque ya uno por ser ‘pituca’ o tener cierto físico, qué sé yo, ya es complicado eso”, analizó, así que su idea era “tratar de ser lo más pareja con mis compañeros”.

En eso, la entrevistador del programa, Eduardo de la Iglesia, le surgió la pregunta: “¿Te ha tocado luchar mucho contra los prejuicios? Con esto de ‘pituca’”.

“No sé si luchar, pero sí manejarlos”, contestó la ex-Gatas y tuercas.

“¿Qué otros prejuicios hay sobre ti?”, le preguntó el conductor. “Bueno, casi que soy millonaria, cuica, facha, qué se yo... tonta, puede ser, que no tengo talento”, enumeró.” Todo eso es un clásico”. Pero, insistió a modo de reflexión: “Más que luchar contra eso, he aprendido mucho”.

El bullying de niña

Respecto a forjar el carácter ante los prejuicios se remontó a la época en que llegó a Chile desde Barcelona, en 1989, a tercero básico. “Venía de España, que es un país muy abierto, libre, destapado y relajado, con las relaciones sociales más horizontales.

“Llegué un país que era absolutamente binario, polarizado, un poco gris y agresivo”. relató sobre su arribo a suelo chileno. “Me afectó un montón”.

“Sufrí mucho bullying en el colegio, y yo creo que eso me preparó para luego entrar a la escuela de Teatro”, sintetizó. “Los caminos son curiosos, cada uno tiene sus tiempos”.

“Ahora se le dice ‘comunista’ o ‘facho’ a cualquiera, sólo porque cuestiona o tiene duda de algo”, planteó ya volcada hacia el presente. “Es tan fácil, como que las palabras o los conceptos han perdido sentido; la gente adquiera a grupos, ¿y dónde está tu propia reflexión de las cosas? Es un acto de comodidad adherir, es más fácil o cómodo, una religión finalmente”.

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