¿Para qué seguir invitando a políticos, alcaldes y parlamentarios? Es la pregunta que ronda en la industria y que tiene un trasfondo en la salud pública y la responsabilidad que todos debemos tener en estos tiempos.
Intervenir los matinales y dejar a dos conductores por cada programa. Esa debería ser una medida efectiva que ayude a bajar los contagios y que sirva como una señal clara de la necesidad de quedarnos en casa.
Es que los panelistas e invitados ocasionales se han transformado en un serio dolor de cabeza. Fue en caso del senador José Manuel Ossandón que visitó el esudio de "Bienvenidos" cuando tenía el virus aún sin diagnóstico. En esa ocasión Tonka Tomicic, Polo Ramírez y Amaro Gómez-Pablos fueron enviados a sus casas en cuarentena.
Separar los estudios y emitir desde distintos sets no parece ser una medida efectiva. En TVN, por ejemplo, tomaron todas las precauciones para que María Luisa Godoy no se contagiara debido a que está embarazada de siete meses. Sin embargo, la animadora resultó igual contagiada de Coronavirus.
Nadie puede afirmar que adquirió la enfermedad en los pasillos del canal, pero es un riesgo que corren todos aquellos que concurren a un franjeado mañanero.
La tecnología actualmente ha demostrado –y con creces- que puede sustituir la presencia de un entrevistado. Los enlaces vía plataformas de streaming han sido la vedette de esta pandemia televisiva debido a que cumplen el rol de llevar audio e imagen en tiempo real a cero costo.
Entonces, ¿para qué seguir invitando a políticos, alcaldes y parlamentarios? Es la pregunta que ronda en la industria y que tiene un trasfondo en la salud pública y la responsabilidad que todos debemos tener en estos tiempos.
Si bien los matinales son el foco de preocupación, hay otros espacios que también pueden reformular sus esquemas en base a la situación actual. Es el caso de "Aquí somos todos", espacio conducido por Ángeles Araya en Canal 13, que presenta variados panelistas.
Perfectamente sus asesores podrían estar en sus casas. Si, es verdad. Le resta fuerza al testimonio y el impacto no
es el mismo. Sin embargo, es una medida efectiva para evitar que mucha gente visite los set de televisión.
La Teletón 2020 nos demostró con creces que muchas veces prescindir del estudio también se puede. Solo es voluntad y ganas de hacer algo por Chile.