El ex Mekano confidenció paso a paso el hecho que terminó con la divulgación de fotos íntimas de él y Karen Bejarano.
En un nuevo capítulo de La Divina Comida, el comunicador uruguayo Juan Pedro Verdier relató el hecho que lo tuvo sumido en una enfermedad relacionada a la salud mental.
Esto, tras ser víctima de una estafa digital y extorsión por parte de un desconocido.
“Un delincuente, José Valeroso es su nombre, hackeó la empresa en la que yo trabajaba. Y, a través de mi correo personal le mandó un mensaje a mi señora (Karen Bejarano) en el día de los enamorados”.
El mensaje era una canción favorita de ambos y que descubrió accediendo al Spotify personal de Verdier.
“Le puso un link, ingresó y le pidió una clave. Tuvo acceso a todos sus archivos”.
“Fue un mes de amenazas, recibiendo instrucciones de un delincuente que escribía por WhatsApp diciendo: ‘Sé a qué hora sale tu hijo del colegio’”, relató.
“Nos fuimos a Uruguay ese mismo día. Compramos un pasaje. Fui a la PDI y el discurso general era que, como la ley digital en Chile es tan precaria, no se podía hacer nada. Incluso, si era un mensaje de amenaza de muerte por Whastapp, no se consideraba relevante”.
El hecho es recordado por la filtración de imágenes íntimas de Karen Bejarano.
Las amenazas incluían la no divulgación de aquella fotografías a cambio de una suma de dinero.
“Después el tipo, al que yo estaba dispuesto a darle un montón de plata, lo ventiló. Empezó a publicar en nuestras propias cuentas, esas imágenes que teníamos en nuestros teléfonos”.
Duro trance personal
Tras la consumación del hecho, Juan Pedro admitió: “Allí empezó el peor momento de mi vida”.
“Cuando colgué el teléfono, empecé a correr por todos lados, tratando de resolver lo que había pasado pero no se podía. Pasaron cien mil cosas más. Me acuerdo cada milésima de segundo de lo ocurrido”.
“Eso me produjo una enfermedad que se llama ‘Trastorno de estrés postraumático’ y no es como creerlo, es que fue así”, admitió.
“Yo entraba a un supermercado, veía a un tipo que me miraba y pensaba que era por eso. Le decía ‘¿Qué pasa?, ¿Qué mirás?’ y él me decia, nada, te ví en Mekano. Pero en mi cabeza no había otra opción”.
Llegando al límite
Tras el hecho, difundido además mediáticamente, el uruguayo contó: “Yo primero me morí, lloré, vomité sangre, me arrastré por el piso, me quise matar”.
“Traté de conseguir un arma para matar a esa persona y después decidí no hacerlo y crear una vida distinta”.
“Lo único que logró que quisiera volver a vivir, además del apoyo de mi familia, fue leer qué dicen los especialistas del cerebro, de la salud mental, sobre las cosas que hacen a las personas ser felices”.
Tema superado
Una vez contado el trance, Juan Pedro aprovechó el programa de Chilevisión para confesar que poco a poco el tema se ha ido superando.
“Antes me tocaban el tema y me largaba a llorar”, explicó.
“Es primera vez que lo puedo hablar públicamente. Es tiempo. No me averguenzo tampoco de lo de antes”, cerró.