Dieta a pura barrita de cereal y exceso de pitutos le pasaron la cuenta a Raquel Argandoña. Esta semana tuvo que hacer cama y replantearse su alimentación.
Apenas volvió a Bienvenidos (Canal 13), Raquel Argandoña consideró que debía hacer dieta para verse mejor que nunca. Pero se fue al chancho. Su desayuno empezó a ser un té pelado y el almuerzo una barra de cereal de 40 calorías. Para cenar, el mismo menú de bolsillo. En pocos días bajó 5 kilogramos, quedando en 61, pero también se le fueron a pique las defensas: le dio influenza.
Esta semana no tuvo fuerzas para ir al matinal ni a la radio y extendió licencia médica. Tuvo que hacer cama y tomar un montón de antibióticos. En resumen, dice la animadora, "me agarró muy fuerte, nunca he estado enferma en la vida, menos en cama. Cuando una no se alimenta bien, hay consecuencias. Pero los tres días críticos ya los pasé".
El comer peor que un canario le pasó la cuenta y desde ahora tratará de aumentar su apetito, aunque es un tema que va más allá de querer estar en los huesos.
"Como todos saben yo vivo sola, entonces, no soy de las que llego a mi casa a comer. Normalmente como en restaurantes, pero también me da lata. Una señora va dos veces a mi casa, me deja comida, pero se pierde, porque me da lata calentarla, llego tarde y mejor me como una barrita. En el auto ando con una caja", revela.
Esa cotidianidad sumada a su carga de trabajo diario, que incluye matinal, programa en Radio Agricultura por las tardes, café concert en los casinos Enjoy, faceta de Youtuber y pitutos varios, no le dejan mucho tiempo para sentarse a la mesa.
"Con tanta cosa no me da hambre. Ando sin apetito, pero ya me voy a reponer porque estoy con una nutricionista. La tele hace cambiar el hábito alimenticio completamente, por horarios y porque una siempre quiere estar más delgada. Cuando uno está afuera (de la TV) se relaja, come bien, pero adentro todos debemos hacer dieta y cuidarnos, es terrible, uno siempre quiere estar más flaco".
-Vaya altiro a comerse un buen plato de porotos, que aún no se acaba agosto...
¡Sí lo voy a pasar!, dicen que agosto los voltea y septiembre se los lleva, jajajá.