Alcanzó la fama con su dupla con el reconocido animador, haciendo giras por el país presentando sus rutinas. Pero un día dejó el programa, desatando una polémica que se arrastró por años. No le fue bien en su incursión en solitario, pero se fue a Honduras donde tuvo su propio espacio en la televisión. Sin embargo, tras un infarto, el recordado comediante y actor falleció a los 80 años en 2014.
Armando Navarrete, más conocido como “Mandolino”, fue uno de los recordados rostros que pasaron por el Sábado Gigante. El actor y comediante sacó carcajadas con su dupla con el conductor Don Francisco por casi treinta años.
El humorista quedó en la memoria colectiva de los chilenos gracias al popular personaje que interpretó en el programa conducido por Mario Kreutzberger desde sus inicios. Sin embargo, su distanciamiento con Don Francisco se convirtió en uno de los conflictos más conocidos de la época, pero del cual no muchos detalles salieron a la luz.
Nacido el 28 de febrero de 1934 en Concepción, el humorista inició su carrera artística en el mundo de la música.
En la década de los ‘50 y ‘60, Navarrete fue parte del grupo Los Flamingos junto a Ariel Arancibia, Eduardo Casas, Juan Patiño y Ernesto Vera. La banda alcanzó el éxito gracias a canciones como “Marcianita”, “Los Pantalones”, “Personalidad” del cantante Lloyd Price, y “Tan solo una mirada” de Juan Vasquez. Incluso, realizaron un programa de televisión llamado “De fiesta con Los Flamingos”, conducido por Enrique Maluenda.
Cuando esto llegó a su fin, Navarrete se volcó a la comedia y a la actuación. Fue así que en 1962 se integró a Sábados Gigantes (como se llamaba en aquel entonces el programa), creando con Don Francisco una exitosa dupla que incluso los llevó a hacer giras por el país con sus rutinas.
En una conversación con La Cuarta en 2011, el comediante contó que el personaje de Mandolino “se creó para limpiarle la imagen a Mario. En esa época los animadores eran intocables y a mí se me ocurrió la idea de terminar con esa cuestión. Recuerdo que le dije a Mario que el personaje sería alguien del público y que lo iba a bombardear, para destruir la imagen del ‘poderoso’”.
“Todo surgió como una copia de la dupla de Dean Martin y Jerry Lewis. A él, al principio, no le gustó para nada. Después que hicimos varios programas lo convencí”, relató.
Según relató el propio Navarrete al diario pop, cuando ya tenía al personaje, desde Canal 13 decidieron hacer un concurso para dar con el nombre. “Nos llegaron cartas de todas partes porque teníamos regalos muy buenos. De repente me encontré con una carta donde un señor decía que el nombre debía ser Mandolino, porque es un personaje que tiene cuerda, ya que el instrumento tiene 12 cuerdas”, detalló.
“Lo encontré original. Me sonó bien y optamos por ese nombre. Lo extraño es que cuando llegó el día de premiar a este señor, que era un profesor de un liceo, se perdió la carta y nunca supimos cómo se llamaba quien me bautizó”, reveló.
Con respecto al particular look de Mandolino, Navarrete aseguró que “me ayudó mucho Cantinflas”. “Él me recomendó que buscara unos pantalones anchos y que tuviera una amarra con una cuerda en vez de cinturón”, contó el comediante.
El éxito de Mandolino con Don Francisco fue rotundo. Incluso se mantuvieron unidos cuando Mario Kreutzberger decidió internacionalizar su carrera y llevar Sábado Gigante hasta Miami.
Paralelamente, Navarrete continuó expandiendo su carrera y participó en la teleserie “Matrimonio de Papel” (Canal 13). Su popular personaje llevó a Mandolino al Festival de Viña del Mar en 1985, y también fue parte del programa humorístico “Radiotanda” de Radio Minería, consignó Fotech.
El quiebre entre Don Francisco y Mandolino
Pero todo acabó en 1991. Mandolino y Don Francisco se distanciaron definitivamente, dando inicio a una polémica que se arrastró durante años, de la cual pocos detalles sobre los verdaderos motivos del quiebre salieron a la luz. Si bien se habló de una fuerte pelea, ambos públicamente negaron esa versión.
Según consignó Glamorama, antes de todo, Navarrete y Kreutzberger eran muy cercanos. Incluso en Estados Unidos vivían en el mismo edificio. Pero la carga laboral era cada vez más pesada para ambos. El comediante escribía cuatro rutinas para la versión estadounidense del programa, y otras más para la edición chilena.
“Nunca terminamos peleados, por lo menos por mi parte. Yo diría que fue ‘too much work’ (mucho trabajo). Viene un agotamiento, por lo menos de mi parte”, explicó el humorista en 2012, según detalló el portal. “Me di cuenta de que Mario tenía mucho trabajo. No tenía tiempo de ensayar… Se produjo una confusión, que hay que detallar… Estas cosas ocurren, uno no sabe por qué. Para qué abrir heridas o sentimientos que no vienen al caso. Lo nuestro no fue un drama, porque yo no era la estrella, no era la atracción (de Sábado Gigante). Era el complemento cómico de un programa, mi ausencia podía ser fácilmente reemplazable”, añadió.
En ese año, Navarrete dejó Sábado Gigante y se fue a la cadena competidora de Univisión, Telemundo, para tener un programa propio. Pero al comediante no le fue bien en su incursión en solitario. Se dedicó a otros oficios, incluso siendo repartidor de diarios, pero se mantuvo haciendo humor en cruceros y otros espacios, consignó Emol.
Nunca dejó de trabajar, incursionó en el cine nacional con un pequeño rol en la película “Mi último round” (2011).
Pero fue en Honduras donde vivió sus últimos años. Fue en el país de Centroamérica que Armando Navarrete encontró un espacio en la televisión, en el Canal 10, donde tuvo su programa llamado “La hora de Mandolino”.
El animador Leo Caprile, un amigo de Navarrete, contó a La Tercera que “él la pasó re mal, pero nunca renunció a trabajar. Hacía humor hasta en cruceros. Yo fui testigo de lo conocido que era afuera. Un hombre muy digno, que nunca perdió el sentido del humor”.
A pesar de la distancia, Navarrete y Kreutzberger se reencontraron en distintas ocasiones, en las que volvía a reflotar la polémica. En la celebración de los 40 años de Sábado Gigante en 2002 y luego en la Teletón 2008.
Sin embargo, nuevamente aparecieron las tensiones entre ambos cuando, en una primera instancia, Mandolino no fue invitado a ser parte de los festejos por los 50 años de Sábado Gigante en 2012.
Su hijo, Sebastián Navarrete, cuestionó el desaire en aquel entonces en una conversación con Radio Cooperativa. “Por mucho tiempo escuché a hablar a periodistas sobre que mi padre había traicionado a Mario, y el adjetivo de ‘traidor’ es muy cruel y muy injusto. Por mucho tiempo nos tuvimos que quedar callados y el dolor que sintió mi padre de que en su propio país lo tildaran de esa forma y prácticamente ignoraran su carrera por completo, fue una etapa familiar muy difícil para nosotros”, lamentó.
Finalmente, Armando Navarrete fue invitado a las celebraciones y Mandolino participó en el cuarto y último ciclo de los festejos por los 50 años del icónico programa. “Nunca hemos peleado (con Don Francisco). Nos distanció la vida nomás, pero fueron 30 años los que trabajamos juntos, las cosas más importantes las pasé con él”, aseguró Navarrete a la radio.
La muerte de Mandolino
El 15 de marzo de 2014, Armando Navarrete falleció tras sufrir un infarto fulminante en su casa en Tegucigalpa, Honduras, donde vivía con una de sus hijas desde hace unos años. Tenía 80 años.
En una conversación con La Cuarta, Lidia Navarrete reveló que el comediante se encontraba en perfecto estado de salud el día antes de su muerte.
Rodrigo Wong, sudirector de Canal Ten, donde el comediante era rostro desde 2010, explicó a Radio Cooperativa que Mandolino falleció “mientras dormía”. Según contó, Navarrete solía trabajar los días sábados y que se encontraba bien de salud, por lo que su fallecimiento fue “una auténtica sorpresa”
Tras confirmarse su muerte, el hijo del comediante, Sebastián, aseguró que la familia no quería que Don Francisco apareciera en el funeral de Navarrete.
“Nunca ha habido una relación de los Navarrete con los Kreutzberger... el peor error que cometió mi padre es pensar que Mario era su amigo. Las reacciones que ellos tengan ahora me imagino que van a ser para poder apaciguar las aguas, para intentar proteger a este caballero, porque eso es lo que se hace en estos días. No me interesa lo que ellos tengan que decir”, afirmó a Radio Cooperativa.
“Como familia no nos interesa que el señor Kreutzberger aparezca en el funeral. No quiero que sus ojos caigan sobre el cadáver de mi padre. No es sólo mi deseo, es el de toda mi familia”, expresó Sebastián. “Nuestro deseo es que no venga al funeral, no queremos que ahora venga a llorar frente al cadáver de mi padre, porque cuando pudo haberle dado la mano no se la dio y le dio vuelta la espalda. Yo no puedo estar velando a mi papá y este señor al lado. No soy así de hipócrita”, añadió.
Por otro lado, su hija Lidia aseguró a La Cuarta que “mi papá se fue al otro mundo sin ningún odio hacia él, con mucho cariño y siempre lo extrañó. Estoy segura de que el problema de mi papá y Don Francisco fue que hubo mucha gente que los hizo pelear, no le puedo echar toda la culpa a Mario”.
En ese sentido, la hija de Navarrete lamentó la falta de reconocimiento que recibió su padre en su país natal. “Chile le quedó debiendo muchísimo, no tuvo un reconocimiento ni siquiera un Premio Nacional de Arte por sus 60 años de carrera. Él fue un sobreviviente tras haber tenido este gran problema con Don Francisco y se pudo levantar desde las cenizas”, afirmó.
Al resurgir la polémica de su distanciamiento tras la muerte de Navarrete, Don Francisco afirmó en Teletrece que “más de alguno dijo que alguna vez estuvimos peleados, pero no. Peleados nunca estuvimos. Estuvimos distanciados por cuestiones de competencia laboral”.
“Me queda el recuerdo de haber compartido con él en todos los rincones de Chile y América (...) Él va a dejar el recuerdo de ese pantalón ancho con el cordón colgando, con los dientes medios picados, con la sonrisa y con la foca”, añadió el conductor.
Al año siguiente, su hijo Sebastián lanzó el libro “A la sombra de un Gigante” en donde relató la biografía de Mandolino. “Lo que queremos como familia es que Mario sepa que el miedo no nos ganó”, afirmó Navarrete a The Clinic.
Sebastián contó que tuvo una serie de conversaciones con su padre, en donde repasaron distintos episodios de su vida. Según consignó el medio, en uno de los pasajes del texto detalla una particular conversación entre Mandolino y Don Francisco, luego de que el comediante aceptara la oferta de Telemundo. “Eres un traidor. Voy a hacer todo lo posible para que no trabajes nunca más en ningún canal”, habría dicho el conductor.
Con la publicación del libro en la que relató toda la carrera del recordado comediante, Sebastián explicó al medio que “nosotros estábamos paralizados por el miedo. Vivir sometidos a una figura inalcanzable fue traumático. A mí me marcó para siempre y en parte, construyó mi manera de ver el mundo. Ahora siento una paz enorme. Quiero empezar a disfrutar de mi vida”.