Recordando a Jorge “Chino” Navarrete: su carrera en el humor, su detención en Pisagua y su lucha contra el cáncer

Recordando a Jorge “Chino” Navarrete
Recordando a Jorge “Chino” Navarrete

Fue comediante, presentador y también psicólogo. Comenzó su carrera humorística en la década de los ‘80, fue parte de Sábado Gigante y se presentó en el Festival de Viña del Mar. Durante la dictadura, fue un preso político y fue trasladado a Pisagua. Le diagnosticaron cáncer e incluso en un momento le dieron tres meses de vida, pero salió adelante. Falleció a los 72 años en 2022, tras una operación. Aquí un repaso por la trayectoria de Chino Navarrete.

Jorge “Chino” Navarrete fue un emblemático humorista, presentador de televisión y también psicólogo, recordado por su paso por programas como Sábado Gigante y el Festival de la Una.

Se presentó en el Festival de Viña del Mar y en el Festival del Huaso de Olmué, fue un rostro habitual en la televisión en la década de los ‘80, pero también enfrentó duros episodios que marcaron su vida: fue detenido y torturado en dictadura, luchó contra el alcoholismo, y en sus últimos días batalló contra el cáncer.

Nacido el 12 de marzo de 1950, Jorge Omar Navarrete Maldonado durante su juventud estudió filosofía en la Universidad de Chile de Valparaíso. Por aquel entonces, el humorista aún no se dedicaba a la comedia y era integrante de las Juventudes Radicales Revolucionarias (JRR).

Yo me he muerto muchas veces en la vida”, aseguró el “Chino” en una conversación con el periodista Santiago Pavlovic en el programa “Sin Parche”.

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A comienzos de la década de los ‘70, durante el gobierno de Salvador Allende, Navarro decidió postergar sus estudios y llegó a ser el Presidente del Comité de la Unidad Popular del Banco Estado.

El 11 de septiembre de 1973, el día del Golpe de Estado, Navarrete se encontraba con un amigo izquierdista del banco cuando se enteraron de la situación, recordó con Pavlovic. Con el pasar de los días, fue detenido en Valparaíso en la casa de su amigo, donde ingresaron dieciocho marinos y se los llevaron.

Primero, fue trasladado hasta la Escuela de Marinos y después al Estadio de Playa Ancha.

En su relato, Navarrete recordó que su amigo intentó esconder un papel que los vinculaba al Partido Comunista. En un bolsillo, tenía un listado con los colabores de la campaña de finanzas del PC y su nombre era el primero de la lista. Lo intentó esconder, pero un marino lo sorprendió y a Navarrete lo acusaron de ser comunista, aunque era simpatizante del Partido Radical.

Luego, subieron a los detenidos a un barco, en un espacio reducido repleto de presos y donde debían hacer sus necesidades en una esquina porque no había baño. Ahí, Navarrete pasó 72 horas sin comer, sin poder dormir porque no caían en el suelo.

Tras esto, Navarrete fue enviado hasta un campamento de prisioneros en Pisagua. Estuvo en una celda común por unos días, pero después lo trasladaron a una celda para incomunicados. “Donde caben dos, habíamos ocho, con una frazada para tres y en las noches teníamos que hacer como un crucigrama para dormir”, relató.

Allí, comenzaron las torturas. Lo interrogaron y luego lo golpearon. “Empezaron a pegarme principalmente en el estómago, en los genitales, y resistiendo, resistiendo, sin decir nada porque yo no sabía nada tampoco”, contó a Pavlovic.

Los golpes fueron tan duros, que Navarrete estuvo tres días orinando sangre. “Pero yo te diría que tres días no se comparan con escuchar lamentos, gritos (...) Fueron puñetazos, puntapiés en los testículos, en la espalda. Yo tenía como una camiseta morada”, detalló.

Otro de las situaciones que vivió Navarrete en Pisagua fue el asesinato de unos veinte de sus compañeros. Los habían engañado prometiéndoles que los sacarían de la cárcel para hacer unas labores. Pero de un momento a otro escucharon una ráfaga de disparos. “Todos pensamos exactamente lo mismo: mataron a los compañeros que se llevaron”, aseguró.

Hace falta la verdad y el perdón…, cada uno tiene un guardián, que es la consciencia, y con la consciencia tiene que enfrentarse uno”, reflexionó Navarrete.

En esa misma conversación con Pavlovic, Navarrete explicó que Patricia Maldonado era su prima y que probablemente no creía lo que vivió en Pisagua. “Es muy factible que no crea, porque ha manifestado que la tortura en gran parte es mentira. Pero es un modo de ver la vida, entonces en eso yo la respeto, si no cree, no cree nomás”, expresó.

El regreso a la vida real no fue fácil para “Chino” Navarrete. Si bien desde joven comenzó a beber de manera moderada, su paso por Pisagua lo llevó a enfrentar el alcoholismo y el consumo de drogas, una lucha que duró casi una década.

Por aquellos años, comenzó a trabajar como animador en locales nocturnos, también fue vendedor. Se había casado y había nacido su hija, Silvanita. “Pero siempre el alcoholismo se lleva. Fueron feos esos 10 años, fueron terribles, porque lo que haces tú en una noche de juerga, por ejemplo, es hacer tus mejores negocios de la vida, cuando al otro día te encuentras con que todo se esfumó”, confesó en “Sin Parche”.

Es menos el agrado de beber y mucho más los fantasmas que se te van subiendo en la cabeza, en la cama, en todos lados”, expresó Navarrete. “Vas haciéndole mal a tu familia, le vas haciendo mal a tus padres. Sufren, tú los ves llorar, tú los ves pedirte por favor que uno termine con esa situación”, añadió.

Debido a su problema con el alcohol, su esposa se fue y se llevó a su hija, el “único motorcito” que le entregaba amor a Navarrete. “Los fines de semana llevaba a mi hija, estaba con ella y eran los únicos días que no bebía”, recordó.

La situación fue tan compleja, que Navarrete reveló que un día fue a una estación de metro. “Estaba a punto de lanzarme, con pena, pero decía ‘no, si me lanzó en esto, Silvanita ¿qué va a pensar de su padre? Que su padre fue un cobarde’”, expresó.

Yo necesitaba tocar fondo. ¿Qué es tocar fondo? Darte cuenta en determinado momento que ya no hay más donde hundirse”, aseguró.

Y con el tiempo pudo revertir la situación.

Su carrera en el humor

En la década de los ‘80, “Chino” Navarrete dio un giro en su vida y comenzó su carrera en el mundo de la comedia. Fue el 10 de diciembre de 1985 que el humorista debutó en la televisión, en el programa Festival de Una, conducido por Enrique Maluenda.

A partir de ese momento, el humorista se convirtió en un rostro habitual en la pantalla chica y ya al año siguiente era parte de Sábado Gigante, teniendo su propia sección llamada “Alegría 86″. Posteriormente, el comediante llegó a TVN, fue parte del programa de Paulina Nin de Cardona y se presentó en el Festival del Huaso de Olmué.

En 1994, “Chino” se subió al escenario de la Quinta Vergara en la edición de aquel año del Festival de Viña del Mar. Según recordó con Pavlovic, tuvo tres minutos de miedo debido al mal augurio de los medios de la época. El diario Las Últimas Noticias escribió sobre su show: “Hoy, plato chino para el Monstruo”.

Eso creo que es tendencioso, ya empezaba la tendencia más macabra, más burlesca”, expresó Navarrete, quien con el pasar de los minutos se ganó al público.

Su lucha contra el cáncer

“Chino” Navarrete fue diagnosticado con cáncer de próstata en 2009. Según sus palabras, se produjo tras las torturas que sufrió en Pisagua durante la dictadura de Pinochet.

En 2016, la situación del comediante empeoró y su médico le comunicó que la enfermedad se había extendido hasta el hueso sacro, la pelvis, las costillas, la columna y el cráneo. Su condición era terminal, pero el humorista salió adelante.

Me dieron tres meses de vida, pero acá estoy, peleándola todos los días”, expresó a La Cuarta unos años después.

En ese entonces, se había titulado de psicólogo unos años antes y realizaba eventos para sobrellevar sus gastos médicos, pero el estallido social complicó las cosas. “Voy a algunos eventos gratis para cooperar, soy psicólogo y me gusta ayudar a la gente que necesita una palabra con mi mensaje. Yo fui desahuciado hace cuatro años, he ido superando todo lo malo. Claro que me afecta lo que vivo, pero trato de ser firme, vine a dar alegría y no lástima, por eso pido que me ayuden”, afirmó al diario pop.

A pesar de la compleja situación, Navarrete se sinceró sobre la muerte y confesó que no le tenía miedo. “Si me tengo que ir para el otro lado, me voy. Siempre he sido una persona que ha enfrentado la enfermedad a cara limpia, he puesto valentía, dignidad, tengo una familia que me apoya y vivo el día a día de esta situación demasiado aflictiva, se me acabó todo el dinero, por eso pido ayuda”, explicó.

El último adiós

El 19 de julio de 2022, se confirmó la muerte de Jorge “Chino” Navarrete. Tenía 72 años.

Su familia explicó que unas semanas antes, el comediante sufrió una caída y se quebró la cadera. Ya estaba delicado de salud desde hace un tiempo. Fue operado en el Hospital Salvador por la fractura, pero falleció debido a una falla multisistémica.

Su hermano, Osvaldo Navarrete, detalló que si bien la operación fue normal, el comediante no resistió. “Fue debilitándose durante el día hasta que a las 19:29 nos dejó”, contó a LUN.

Estaba mal hace un tiempo, no podía caminar, estaba complicado y no quedaba otra que la operación, pero lamentablemente no la resistió”, expresó.

Según detalló, el comediante había sufrido varias caídas, pero en esta ocasión se le salió el fémur de la cadera. “Hubo un decaimiento bastante severo porque se sentía mal. Cuando recién lo internamos estaba viviendo una situación que para él no era de las más cómodas, pero se fue resignando a que la operación era lo mejor”, detalló.

Con respecto a la familia, Osvaldo aseguró que estaban tranquilos. “Él se fue tranquilo, se fue apagando de a poco. Nunca recuperó la consciencia después de la operación”, reveló.

La viuda del comediante, Marta Riderelli, conversó con el matinal Tu Día (Canal 13) y reveló cómo fueron los últimos momentos de Navarrete. “Estuvimos con él todo el día de ayer, se fue sin dolor. Lo fueron sedando, nunca supo… entró a pabellón con la intención de salir caminando. No sufrió, se fue apagando como una velita”, expresó la mujer.

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