Participó en recordados programas como Mediomundo, Sábado Gigante, El tribunal de la risa, Dingolondango, y otros tantos. Incluso triunfó en el Festival de Viña del Mar, donde se llevó una antorcha. Sin embargo, la compleja enfermedad lo alejó de los escenarios y vivió durante sus últimos años en un centro especializado. En medio de la pandemia, el comediante falleció a los 78 años tras contagiarse de covid.
El comediante Pepe Tapia fue uno de los iconos del humor durante la década de los ‘70 y ‘80, con recordados personajes que sacaron carcajadas a los televidentes durante su paso por distintos estelares de televisión de la época. Gracias a su gran versatilidad, el humorista participó en el circo, el cine e incluso en el teleteatro.
Nacido el 3 de abril de 1942, José Alejandro Tapia Bustamante -hijo único de Clara Bustamante y Angelino Tapia-, estudió en el Colegio Hispanoamericano y con tan solo 15 años dio sus primeras incursiones en los escenarios y decidió que lo suyo era hacer reír.
Los inicios de su carrera se dieron en el circo, donde creó a uno de sus primeros personajes con los que logró hacer reír durante su trayectoria: el pasado Tony Bombín, a quien dio vida en programas como “Mediomundo”.
Así, el comediante se abrió paso en la pantalla chica y fue parte de varios programas de humor de la época. Telemimundo, El tribunal de la risa, El show de Gloria Benavides, Jappening con Ja, Dingolondango, Éxitos y Vamos a ver, entre otros. También participó en Sábado Gigante, donde destacó por sus sketches junto a Guillermo Bruce y Gilberto Guzmán.
Entre sus más recordados personajes se encuentra Ruperto, el eterno novio que buscaba una esposa mientras cantaba “ya no habrá luna de miel”, aunque no perdía la esperanza y afirmaba “Ruperto no se rinde”. También se encuentra el mago fallido Pepiosky Tapiosky, el mecánico Parachoque Muñoz, el boxeador Comboy Tapia. consignó La Tercera. Y como olvidar su célebre frase, “la televisión penetra”.
Eso sí, su paso por la pantalla no solo se limitó a los estelares y al humor, ya que también protagonizó varios spots publicitarios en los 80 y debutó como actor con un papel secundario en la serie Las historias de Sussi (1998). Por otro lado, también tuvo un rol en la película Sonrisas de Cine (1970), dirigida por José Bohr, y también en el teleteatro de la reconocida obra La pérgola de las flores, producida por TVN en 1975.
Fue un reconocido hincha de Colo Colo e incluso llegó a ser uno de los primeros panelistas que representó al equipo albo en el programa Show de goles.
En 1986, Pepe Tapia se subió al escenario de la Quinta Vergara y triunfó con una exitosa rutina en el Festival de Viña del Mar, la primera y única vez que se presentó en el certamen viñamarino. En aquella ocasión, el humorista se llevó una antorcha, uno de los mayores reconocimientos que recibió durante su carrera.
En una conversación con Rock & Pop -una de las últimas entrevistas que dio el comediante-, Tapia confesó que cuando estaba arriba del escenario del festival le daban ganas de arrancar al ver al público.
“Se veían puras lucecitas, nadie aplaudía, nada. Entonces yo llamé a mi casa y les dije ‘cierra la puerta, cierra todo, si me va mal, ustedes están durmiendo’”, recordó el comediante. Pero le fue bien, por lo que cuando llamó a su hogar nuevamente, escuchaba música. “Habían ido todos los vecinos a celebrar”, contó.
Debido a su particular humor, varios lo llamaron el “Jerry Lewis” chileno, en referencia al reconocido comediante estadounidense.
“Dicen que hay gente que nace humorista y él fue uno de ellos. No necesitaba hablar para hacerte reír, y era lo más parecido que yo conozco a Jerry Lewis”, expresó Don Francisco, consignó La Cuarta.
Por otro lado, Fernando Alarcón también comparó el humor blanco de Tapia con el del destacado humorista estadounidense. “Inolvidables los personajes de Pepe, un gran actor cómico, que comenzó imitando a Jerry Lewis y después personificó su rol de manera original. El corte de pelo y todas esas cosas eran inspiradas en Jerry Lewis”, aseguró el intérprete de Ricardo Canitrot a Radio ADN.
El Alzheimer
Sin embargo, durante sus últimos años de vida se mantuvo alejado de los escenarios debido a una compleja enfermedad: en 2006, fue diagnosticado con Alzheimer.
Su deterioro cognitivo lo llevó a retirarse del humor y, unos años después, fue internado en el centro especializado en esta enfermedad degenerativa, ubicado en la comuna de Las Condes.
En el programa Carmen Gloria a tu servicio, su hija Clara -una de las dos hijas que tuvo el comediante con Victoria Campos-, habló de los últimos días de su padre y de su diagnóstico de Alzheimer.
“Fue como una bomba atómica en la familia, explota, y esa bomba interviene en toda la familia”, explicó Clara. “Lamentablemente, el alzheimer es una enfermedad irreversible. Entonces, el amor es el único sentimiento que tienes para llevarlo en el día a día”, añadió.
“Nos turnábamos con mis hermanas, luego una enfermera. Mi papá era alto y poderoso físicamente. A veces tenía actitudes violentas, otras veces no. Una vez golpeó un espejo, porque no se conoció al mirarse. Ocultamos todas las cosas cortopunzantes”, relató la mujer.
En medio de su compleja enfermedad, Clara contó que un día su padre le dijo “le puedes decir a mi hija que me venga a ver porque lleva harto tiempo sin venir a verme”. “Se me desgarró el corazón”, confesó la hija de Tapia.
Ante esto, la familia decidió que la mejor opción era llevar a Tapia a un hogar por su inminente deterioro de salud. “Fue doloroso, pero también reparador que él estuviera descansando. Es triste, pero nosotros siempre nos quedamos muy tranquilas porque las tres (ella, su hermana y su mamá) entregamos todo lo que podíamos entregar para que él estuviera bien”, afirmó Clara Tapia.
Uno de sus amigos más cercanos, Juan Carlos “Palta” Meléndez, recordó lo difícil que fue ver cómo la salud del comediante se apagaba. “Me acuerdo que con Meruane lo fuimos a ver hace un par de años. Y aunque, quizás, muchas veces no cachaba una, siempre estaba con una sonrisa”, contó a La Cuarta en 2020.
“Se notaba impeque físicamente. Él estaba conectado siempre al mundo de la risa. No entendía mucho, pero le decíamos cosas de Don Francisco y abría los ojos bien grandes. Ahí se mataba a carcajadas”, detalló.
El último adiós del recordado comediante
En medio de la pandemia, se detectó un brote de coronavirus en el hogar donde residía Pepe Tapia, Villa Soleares.
El comediante se contagió y el 27 de mayo de 2020 se confirmó la muerte del recordado humorista, producto de una neumonía severa derivada del Covid-19. Tenía 78 años.
Según informó Radio Cooperativa en aquel entonces, el humorista fue trasladado hasta la Clínica San Carlos de Apoquindo para tratar su problema de salud.
“Había dado covid positivo el 11 de mayo. Luego de 15 días de lucha y de pelear contra una neumonía severa se durmió este 27 de mayo de 2020″, explicó la familia de Tapia.
Su hija Clara detalló que “le hicieron dos test, el primero salió negativo y el segundo positivo. Nos informaron el jueves 11 de mayo y el martes de la semana siguiente fue internado en la clínica UC de San Carlos de Apoquindo. No le alcanzaron a poner ventilador mecánico por un tema netamente de invasión”.
Tras su muerte, Don Francisco lo recordó de manera especial al comediante. “Tenía una cara para la risa, él quería ser así, como un Jerry Lewis chileno, porque hacía unos personajes muy parecidos, que tenían que ver con las cosas corporales y textuales”, expresó al diario pop.
“Quiero pensar en sus buenos años, recordando su sonrisa, todo el humor que producía y lo importante que fue para el programa Sábado Gigante y para mi carrera como animador”, añadió Mario Kreutzberger.
Debido a las restricciones de aquel entonces, por la crisis sanitaria que afectaba al mundo por la pandemia, su familia no pudo despedirse como hubiesen querido de Tapia.
“Lo que más pena me dio era no haberlo podido despedir como él hubiera querido, con los boleros que él hubiera querido, con el vino honor que hubiera querido, porque yo que estoy más cerca de los medios sé que a él lo querían mucho y lo respetaban mucho, y lamentablemente no pudimos por las restricciones”, lamentó su hija Clara en el programa Carmen Gloria a tu servicio.
Su muerte enlutó al mundo de la comedia y no dejó indiferentes a quienes se reían con sus personajes. “Para mí es mi ídolo máximo en la vida”, aseguró Clara Tapia.