Humorista, ventrílocuo, actor, imitador. Tato Cifuentes es recordado por sus rutinas junto a su muñeco, el famoso “Tatín”. Desarrolló gran parte de su carrera en Argentina y durante dos años consecutivos, se presentó en el certamen viñamarino. Falleció a los 91 años en 2017. Aquí, un repaso por su trayectoria.
Héctor “Tato” Cifuentes fue un destacado humorista chileno, recordado principalmente gracias a sus rutinas en la década de los ‘70 y ‘80 como ventrílocuo junto a su muñeco, el famoso “Tatín”.
Nacido el 14 de octubre de 1925, el también actor e imitador fue uno de los pioneros de la fonomímica en el país.. Su carrera comenzó en Radio O’Higgins y Radio del Pacifico.
En la década de los ‘50, se radicó en Argentina y desarrolló gran parte de su trayectoria en el país trasandino. Allí, fue parte de la radio y de teatros como Tabarís, El Nacional y El Cómico. En 1962, ganó el premio Martín Fierro al mejor programa infantil por “La Calesita de Tatín”.
Acompañado de su fiel compañero “Tatín”, un niño muy travieso y divertido, Cifuentes sacó carcajadas al público e hizo famosa la frase “yo soy Tatín, muy chiquitín, muy regalón”.
En una conversación con La Cuarta, el humorista reveló que su carrera como ventrílocuo comenzó cuando estaba en Buenos Aires. “El dueño de un canal me dijo que comprara un muñeco para que hiciéramos un programa infantil, y lo compré en cien mil pesos argentinos de entonces que por lo menos es un millón (de pesos chilenos) de ahora”, relato.
Con respecto a su muñeco, el humorista explicó que “fue hecho en España hace muchos años, debe tener más de 160 años, era de la familia Agudiez, unos ventrílocuos viejitos que vendieron todos sus muñecos. ¡Es más viejo que yo!”.
¿Y el nombre? Según explicó al diario pop, todo surgió de un concurso que se realizó. “Los cabros chicos le pusieron así, fue el año 74′ en el Club de los Tatines”, detalló.
Cifuentes también tuvo un paso por el cine argentino, participando en películas como “Cuidado con las imitaciones” (1948), “Imitaciones peligrosas” (1949) y “Tiempo de crear” (1962), junto a María Elena Walsh y Nelly Botú.
Entre otras de sus pasiones estaba el fútbol, siendo un reconocido hincha de la Universidad Católica . En la década de los ‘60, el humorista fue el jefe de barra de los Cruzados y animaba los clásicos universitarios.
Las dos veces que enfrentó al Monstruo de Viña
En años consecutivos, Tato Cifuentes tuvo la compleja tarea de subirse al escenario de la Quinta Vergara para cautivar al “Monstruo” del Festival de Viña del Mar, en medio de tensos momentos con el público.
La primera vez que el humorista y ventrílocuo se presentó en el certamen viñamarino fue en el año 1973. Tan solo meses antes del Golpe de Estado, el ambiente estaba polarizado y el show de Quilapayún desató aplausos y pifias en el recinto.
Según recogió la revista Ramona en aquel entonces -archivo compartido en la página web del conjunto-, cuando el conductor César Antonio Santis anunció a la banda “la tensión acumulada se desató. En algunos lugares de la Quinta se encendieron antorchas. Una gran cantidad de público estalló en aplausos y otro sector comenzó a pifiar”.
Después de tres canciones, Quilapayún se bajó del escenario en medio de los gritos del público. Los animadores entonces anunciaron a Tato Cifuentes, para continuar con el show.
La revista Ritmo, según consigna La Tercera, destacó la gran hazaña del comediante en el escenario. “El cómico con una extraordinaria presencia de ánimo permaneció en el escenario, logró imponerse y hacer su número. Después de su actuación fue calurosamente felicitado en los camarines por la ‘proeza’ que había realizado”, detallaron.
En ventrílocuo se presentó durante 20 minutos, lo que solían durar las rutinas en aquellos años, y logró contener al público.
Al año siguiente, en 1974, Cifuentes nuevamente se presentó en el Festival. Esta vez, tras la recordada y triunfante presentación del comediante Edmundo “Bigote” Arrocet.
El 7 y 8 de febrero, el humorista había arrasado en la Quinta Vergara, llevándose incluso las felicitaciones del general director de Carabineros e integrante de la Junta Militar, César Mendoza, y del coronel Pedro Erwing, Ministro Secretario General de Gobierno, consignó La Tercera.
En esas presentaciones, Arrocet incluyó una imitación a Nino Bravo y, de rodillas, cantó el tema “Libre”. Su show fue de tal éxito, que la organización del Festival intentó negociar una tercera participación del “Bigote”, pero tenía su agenda llena.
Tras lo ocurrido en la edición pasada del certamen, desde la organización decidieron que Tato Cifuentes sería el indicado para ocupar el lugar de Arrocet. Su experiencia con el “Monstruo” en 1973 y su extensa trayectoria lo llevaron a volver a presentarse en la Quinta Vergara.
El diario mencionó, en la nota de aquel entonces, que había sido recibido “con cariño”. “Cayó bien. Su fino humorismo tuvo numerosos defensores en la Quinta Vergara”, indicaron.
Sus últimos años
Algunas de sus últimas presentaciones en la televisión nacional fueron en el programa “Mentiras Verdaderas”, donde sacó risas con junto a su compañero “Tatín”.
Al diario pop le comentó en 2012 que ya no aparecía tanto en la televisión debido a que “no hay posibilidades, no hay lugares, no hay programas infantiles ni de espectáculo. No existen espectáculos de variedades. Sólo hay sexo, mujeres, tetas, culos, crímenes y asaltos”.
A comienzos de julio del 2017, se reveló que Tato Cifuentes estaba enfrentando un complejo estado de salud. El ventrílocuo había ido a visitar a su hijo en Argentina cuando sufrió un accidente doméstico.
El humorista se resbaló cuando estaba en la ducha. Se encontraba solo en el domicilio y estuvo dos horas así, hasta que su hijo lo encontró y lo trasladó hasta un centro asistencial en Buenos Aires. Eso derivó en una neumonía que lo mantuvo hospitalizado por varias semanas.
Al revelarse la delicada situación de Cifuentes, el plantel de la UC -incluyendo a varios jugadores y al entrenador de aquel entonces, Mario Salas- le enviaron un especial saludo que alcanzó a recibir en vida.
El 30 de julio del 2017, se confirmó la muerte de Héctor “Tato” Cifuentes. Tenía 91 años y más de sesenta años de carrera.
Su hijo Sergio, reveló a La Cuarta cómo fueron sus últimas conversaciones con el humorista. “Él me dijo, “no me lloren, apláudanme, hice lo que quise, me fue muy bien en la vida. Me iba bien y además me aplaudían, tuve hijos maravillosos y mi vida fue increíble, ya cumplí”. Así fue”, expresó.
“La doctora nos dijo que se fue y no sufrió, él se fue contento, pensando que mañana se iría a la casa”, contó.