Hace un par de años, Felipe Vidal vivió el susto de su vida. Su hijo Crescente, cuando sólo tenía dos añitos en este mundo, cayó a una piscina y estuvo cerca de la muerte.
Así lo recordó este sábado el periodista en "La Divina Comida", donde contó detalles del trágico momento.
"Lo saqué flotando, inconsciente. No estaba y lo busqué en todas las piezas y cuando no lo encontré voy directo a la piscina. Y estaba flotando. Y efectivamente como que se te congeló la vida. Como que la vida paró. En ese minuto tu segundo hijo estaba muerto. Suena súper duro pero es la verdad", recordó en el espacio de CHV.
De acuerdo a su testimonio, en ese minuto pensó lo peor, pero gracias a la acción del madre de su señora le volvió el alma al cuerpo. "Ahí la Trini (su otra hija) grita, que es cero gritona. Y despertó mi suegro. Y él le hizo el masaje. Botó agua y se puso a llorar", le contó a Karina Álvarez, Carmen Gloria Bresky y Juan Pablo Sáez, el resto de los comensajes del programa.
Sin embargo, el calvario no acabó ahí para Vidal, pues a pesar de que Crescente había despertado, su estado todavía era complicado. "Lo llevamos a la clínica. Oba con mal pronóstico, a pesar de que iba consciente y llorando, eso nos dijeron. Sus pupilas venían complicadas y yo me desplomé", confesó.
Milagro
Eso sí, con el correr de las horas y gracias a todos los rezos, volvió la calma. "Todo pasó muy rápido y acá hubo un milagro. Mi suegra metió una estampita de San Pío debajo de la almohada, mi mamá rezó y hasta el día de hoy cumple una manda. Mi padre había muerto hace poco, así que yo le pedí a él y al Padre Hurtado. A los dos. Al rato se cayó una varanda y él salta. En ese momento el pediatra me dice 'tu hijo no tiene nada", rebobinó el casete.
Por lo mismo, para Vidal todo lo ocurrido corresponde a una obra divina. "De muerto, vivió. Daño neurológico no tuvo nada. Después venías por la neumonía, pero tenía una gota en los pulmones. A los dos días estaba en la casa. Si eso no es milagro...", remató.