Sofía Camará se sinceró con sus compañeros acerca de las dos identidades con la que vive.
Sofía Camará, mejor conocida como Sabélo, se ha convertido en toda una revelación en el reality Ganar o Servir, donde además de hacer reír, también ha vivido profundas conversaciones con sus compañeros.
Una de ella se dio hace algunos días con Botota Fox, a quien le confesó las dudas que siente sobre su identidad, esto tras un comentario de Oriana Marzoli, asegurando que siente que la transformista tiene una esencia más femenina que masculina.
“Es la primera vez que me pasa esto. Siento que si doy un paso tan grande tengo que hablar con mi familia”, dijo la comediante, cuyo nombre real es Pablo Carayani.
“Es raro tener esencia femenina (estando) de Pablo, porque me siento incómodo, no saben cómo tratarme. Estoy confundidísimo, le he dedicado tanto tiempo a mi trabajo que me he dejado en segundo plano, eso me da tristeza”, confesó.
“Es el único tema de mi vida que no tengo resuelto, mi identidad, y me da pena (...) Me siento feliz y libre cuando estoy de Sofía, no de Pablo”, dijo entre lágrimas.
“Ya llegando a los 30 años, me replanteo muchas cosas”
En conversación con La Cuarta, Sabélo se adentró en sus sensaciones y en cómo ha vivido esta doble identidad por tantos años.
“No es que como Pablo no me siento contento, porque si no estuviese satisfecho con mi condición, yo hubiese tomado una decisión hace muchísimo tiempo, quizás en la adolescencia haber accedido a un tratamiento hormonal y así tener una modificación y un cambio de identidad”, explicó.
“Pero la verdad es que como me tocó nacer en una familia ideal, con una contención increíble, con una educación suprema, nunca tuve la necesidad de hacer una modificación porque para mí, dentro de las limitaciones que tuve para desarrollarme socialmente con una condición diferente a la común, siempre me he sentido protegida como persona, entonces no lo sentí necesario”, dijo.
“Sin embargo, ahora ya llegando a los 30 años, me replanteo muchas cosas de cómo podría continuar. Porque al estar tanto tiempo viviendo como mujer vas descubriendo una nueva forma de vida y yo en este caso estaría quitando la disciplina artística del transformismo”, añadió.
De hecho, reconoció que la transición es algo que se ha planteado, “aún no lo he hablado con mi familia, pero creo que ya se lo intuyen, sobre todo viendo los capítulos al aire. Y creo que va a ser un proceso, sobre todo si se da naturalmente… y no tengo idea qué es lo que pueda surgir de esto”.
Tampoco tiene miedo a lo que dirán: “Encuentro que las personas, las que me conocen, me aceptan y me quieren tal cual soy y sin esperar absolutamente ninguna modificación de mí, me apoyarán. Yo hasta el momento, durante 30 años, he podido convivir siendo Pablo y haber desarrollado mi alter ego Sofía, y ya veremos más adelante si llega a ser necesario o no este cambio. La verdad es que soy una persona muy genuina conmigo misma y, si surge, obviamente voy a saber qué hacer llegado el momento”.