La actriz celebró la Noche de Brujas vistiendo de Elfa, pero tuvo un percance con su traje que dejó a la vista que no llevaba ropa interior.
Megan Fox y su pololo, el músico Machine Gun Kelly, se disfrazaron de sexis elfos para celebrar Halloween en el restaurante Delilah, en West Hollywood, Estados Unidos.
Sin embargo, al dejar el local los paparazzi que los esperaban capturaron el lamentable descuido de la actriz con su vestuario.
La parte delantera de la falda del disfraz de Megan, que tenía dos enormes tajos a los costados, se le despegó de su cuerpo y dejó ver que no llevaba ropa interior.
Cuando la intérprete pudo subir al auto que los esperaba, se le vio incómoda e intentó cubrirse para evitar seguir mostrando más de la cuenta.