Tras las amenazas de abandonar el reality, la producción no pescó y prefirió ignorar las quejas.
Este lunes la casa de Gran Hermano ha estado patas para arriba producto de una amenaza que hicieron varios participantes a la producción del reality. Y es que ante la falta de comida, los que están en el “sótano” pidieron más mercadería, o de lo contrario van a abandonar la “casa más famosa del mundo”.
A través de un comunicado, el anfitrión se manifestó y puso los puntos sobre la mesa y en resumen, los mandó a la punta del cerro. “Quiero referirme acerca del conflicto sucedido con los habitantes del sótano. Lamento profundamente que hayan tomado la decisión de abandonar la casa”, partió señalando.
“Comprendo que la escasez de comida motivó el malestar de todos aquellos que viven en condiciones menos cómodas y privilegiadas que otros de los huéspedes. Pero el sótano tiene reglas estrictas que deben ser cumplidas y que no van a cambiar”, agregó, descartando cualquier tipo de cambio en el reglamento.
“Todos aquellos que pierdan la competencia de los martes saben que deben vivir en un contexto de restricciones, las cuales incluyen la comida. De ustedes depende la correcta administración de alimentos”, agregó el Gran Hermano, lanzando un sutil tirón de orejas a los participantes por no lograr racionar correctamente la mercadería.
Finalmente, la producción cerró su comunicado invitando a todos los que amenazaron con renunciar a que vayan a buscar su maleta y se vayan a la noche.
“Vuelvo a manifestar mi pesar ante la decisión que han tomado, la cual puede ser repensada hasta la noche. Momento en que les abriré las puertas de mi casa para irse si así lo desean, mientras tanto los invito a retirar las maletas para guardar sus pertenencias”, puntualizó el dueño de casa.