“Es raro, es como una relación de amor y odio. No quiero decir que tóxica. Y lo paso bien, me río, echamos la talla. Es como mi contención acá adentro”, explicó a la hora de anunciar su decisión.
Un capítulo de alto impacto se desarrolló la noche de este jueves en Gran Hermano, el cual tuvo como protagonista principal, era que no, a Sebastián Ramírez.
El productor de eventos, quien en un principio estuvo en placa de nominación tras recibir la fulminante Viviana, finalmente ganó la prueba del Líder esta semana, por lo que automáticamente esa asignación se anuló.
Pero eso no es todo, pues también tuvo la gran oportunidad de elegir y salvar a uno de sus compañeros o compañeras que continuaban en riesgo de cara a la eliminación de este domingo.
Así fue como Seba tuvo que optar entre Scarlette, Viviana, Bambino y Coni. Esto, luego que esta última ingresara a placa tras una nueva dinámica del teléfono rojo, la cual le dio la oportunidad a Hans de sacar a Francisco e incluir a la bailarina.
En ese contexto, Ramírez no la pensó dos veces y decidió asegurarle una semana más en el encierro a Constanza, con quien a pesar de los altos y bajos que han tenido, últimamente andan más acaramelados que nunca.
Los argumentos de Sebastián
Sin embargo, sus argumentos a la hora de anunciar su decisión no pasaron desapercibidos.
“Creo que ahora está cambiando su actitud hacia mí, se está ganando mis besos. Cada día se gana mis besos. Es una mujer que por lo menos yo si es que estoy acá solo, la echaría de menos”, explicó el galán.
“Sé que me votaría, me ha votado, me ha fulminado, quiere que me vaya hace tres semanas. Es raro, es como una relación de amor y odio. No quiero decir que tóxica. Y lo paso bien, me río, echamos la talla. Es como mi contención acá adentro”, remató.
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