Desde que Solange Lackington está en pantalla como parte del elenco de la teleserie "Si Yo Fuera Rico" (Mega), una de las cosas que le comentan no tiene que ver con su personaje, sino por lo delgada y radiante que está.
Cabello alisado, distinguida y con una energía de lola de 15, la actriz irradia excelente salud y plenitud.
"Este look me rejuvenece y tiene que ver con el proyecto, igual hace rato que no me tocaba un personaje más cuicón", desmenuza, dándole una cuota de crédito a su rol en la ficción de Mónica Pérez, una mujer viuda, madrastra de dos hermanos y que nadie quisiera tener.
Solange tiene 55 años y asegura que en esta etapa de su vida se siente mejor que nunca, y eso incluye su estado emocional y también lo físico. Uno de sus secretos, pasa el dato, es que tiene un personal trainer 24/7.
"Mi hijo es preparador físico, me hace rutinas semanales que hago solita, de repente me las supervisa y cambia".
- ¿Eso nomás?
-También tomo harto agua. Hago mis desintoxicaciones, como ingerir sólo líquido y nada sólido, para limpiar el organismo.
- ¿Por qué tan extrema?
- Lo hago para botar todos los metales pesados que el cuerpo acumula producto del estrés y de tanta cosa.
- ¿Y si te da hambre?
- Fruta, verduras.
- Cuerpo sano en mente sana...
- Me siento bien, estoy pasando un período bonito, de mucha armonía conmigo, hago lo que me gusta, escribo lo que me gusta, escribí una obra teatro y un guión de cine, estoy trabajando en lo que me gusta y eso me tiene tranquila. Siento que he logrado armar un entorno consolidado en mi familia, con mis hijos, porque soy mamá de cinco hombres, el mayor tiene 28 y el más chico 10, que me permite tener espacios para mí, como salir, viajar, hacer lo que quiero.
- ¿Y hay tiempo para el amor de pareja?
- Ya no tengo esa ansiedad, cambié el verbo, antes decía quiero encontrar a alguien, ahora es no, que llegue lo que me merezco y no es soberbia, es sólo el sentir que uno merece cosas buenas en la vida.
Su paso por el quirófano
A Lackington siempre le ha gustado verse bien y en búsqueda de esa perfección, en 2014 y para sentirse más cómoda con su cuerpo en una escena de desnudo que le tocaría hacer en una teleserie, se sometió a una cirugía estética triple: liposucción, intervención mamaria y abdominoplastía.
Si bien redujo notablemente su apariencia, el postoperatorio le trajo terribles complicaciones, al punto de que su vida estuvo en riesgo.
Parte de sus heridas no cicatrizaron a tiempo y tuvo que luchar con el peligro que significa una infección.
Sólo después de cinco meses logró revertir la situación y su salud se estabilizó.