"Sentí mucha pena y miedo": El drama que enfrenta Savka Pollak por accidente de su hija

La presentadora de televisión está viviendo un complicado momento, luego de que "Laurita" sufriera una fuerte caída. Todo empezó la noche del miércoles.

La noche del miércoles 23 de junio, Savka Pollak preparaba la comida cuando sintió un golpe. Nada espectacular, simplemente el ruido que se hace al saltar de un sillón al suelo.

"Pero el llanto fue diferente", relató a través de su Instagram. Era su hija, Laura. "Sin moverla, la mire y me di cuenta rápido de que algo andaba mal con su codo, estaba fuera de su lugar", detalló.

La comunicadora no estaba sola para prestarle ayuda a la menor. Le amararon un pañuelo al brazo para inmovilizarlo, la abrigaron en medio del frío invernal y partieron a urgencias.

"Sin decir más que palabras de calma y 'estoy contigo', nos subimos al auto", contó. "No sentí un llanto histérico, más bien de dolor y pidiendo ayuda", y agregó que "no se cómo mantuve la calma". Le hizo cariño a su hija, le dijo "cosas lindas".

El diagnóstico

Llegaron donde el doctor, quien "a penas la vio me dijo que la cosa no era tan sencilla". Pollak definió a Laura como "una niña muy sana que ha ido muy pocas veces al doctor; de hecho, les tiene pánico". Pero las circunstancias la obligaron a confiar, aun "con todo el miedo que sentía".

"Fue terrible sacar la radiografía", porque "le dolía". La enyesaron y calmó bastante su dolor. "Se veía tan frágil y entregada", describió la comunicadora.

El diagnóstico fue rápido, aunque Pollak no recuerda el nombre exacto del tipo de fractura.

Debían operarla.

"No puedo creerlo aún", expresó. La trasladarían a otro recinto para la operación. En el trayecto, la niña se quedó dormida, para despertar más rato. Le tomaron un PCR sin que opusiera la menor resistencia.

—Mamá lo siento —le dijo "Laurita"—, me dormí.

El traslado fue en ambulancia. "Ella miraba todo, sentía miedo, todo nuevo, incierto", relató la mamá.

La operación

Cuando llegaron al lugar, sedaron a Laurita, a quien ya le había inmovilizado ambos brazos, "lo que la tenía muy molesta". El analgésico fue haciendo efecto y la niña se durmió escuchando música.

"Mientras yo no podía parar mis pensamientos", continuó Pollak. "Sentí mucha pena, miedo y a la vez gratitud por haber estado ahí en ese momento, por poder darle calma y confianza". Pasó casi toda la noche en vela y la llevó temprano al pabellón.

Ahora, por supuesto, lo único que espera es que "todo salga bien y la chica mejore pronto". Luego, entregó una sentida reflexión a sus seguidores:

—Quiero abrazar a tantas mamás que pasan por situaciones así, tener un hijo hospitalizado, enfermo o con dolor —escribió—. Esto es duro, es realmente sostener a alguien que uno ama más allá de lo pensado. Tengo pena, mucha pena y estoy liderada con cientos de pensamientos que abruman. En estos momentos, solo entregarnos y confiar.

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