Chef español ralló la papa junto a La Cuarta y confesó la importancia que tienen en su vida. En sus diseños figuran símbolos chinos, una "A", hojas de hiedra y una bayoneta, entre otros.
Uno de los sellos que tiene el reputado chef español, Sergi Arola, fuera de la cocina, son sus tatuajes con los que ralla la papa a diario. A sus 51 años, el catalán luce con orgullo 24 marcas a todo color en sus brazos, las que, según dijo, tienen un valor sentimental para él.
"Normalmente, representan un momento especial de mi vida. Tienen un poco de simbología y cada uno me recuerda algo bonito que viví. Eso sí, el último que me hice fue para borrar algo de lo que no quiero hacer publicidad", señaló el maestro de la cocina.
Para justificar sus dichos, Arola explicó, por ejemplo, que en cada país donde ha montado un restaurante se marcó los brazos. ¿Y en Chilito? También, pueh. Santiago no fue la excepción.
"Cuando lo abrí en el Hotel Ritz-Carlton me tatué un búho y aún lo llevo conmigo. Lo tengo en el antebrazo y le tengo mucho cariño. Me ha traído de vuelta a este país", recordó.
El chef se ha hecho diferentes figuras en sus brazos y aseguró no tener un tatuador oficial, sino que en el país en el que se encuentre busca uno que le pegue al cocido para trabajar de la mejor forma. "Normalmente, busco referencias. Con algunos me ha funcionado muy bien y con otros no tanto. Lo que sí es una constante es que tiene que ser una simbología de algo que quiera decir o contar", agregó.
¿Y qué dibujos tiene? Sergi explicó que lleva en sus brazos "una letra 'A' que estaba en el llavero de mi abuelo, de Arola, una bayoneta, un símbolo chino que representa lealtad, unas hojas de hiedra. No me guío por algo específico", dateó.
- ¿Y cuál es el que más te ha dolido?
Yo sólo tengo en los brazos, pero en la cara interna duele más.
Ni ahí
Al ser consultado sobre los prejuicios que rondan sobre las personas que tienen tatuajes, sobre todo en la cocina, el chef se tomó unos segundos para amasar una respuesta categórica. "Eso pasaba hace años. Ahora puedo tener prejuicios en contra de personas con chaqueta y corbata. Todos los que me engañaron en mi vida vestían chaqueta, corbata y zapatos lustrosos", reflexionó.
Fanático, pero moderado
El fanatismo o adicción que experimentan muchas personas por los tatuajes, es materia de estudio por profesionales de la Psicología. Eso sí, los expertos hacen un rayado de cancha de inmediato para diferenciar lo que es el fanatismo y de una adicción.
La directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Bernardo O'Higgins, Viviana Tartakowsky, explicó que "la gente se tatúa como símbolo de identidad, cierre de procesos o transformaciones en su historia. Esto se puede considerar como adicción cuando la necesidad de tener más tatuajes daña otras esferas de su vida, lo que significa gastar el sueldo, dedicarle todo el tiempo, es decir, cuando pierde el foco".