Oriana se convirtió en la némesis del periodista de farándula, quien relata cómo nació su mala relación.
Una dolorosa lesión dejó a Sergio Rojas fuera del reality Palabra Honor, donde se convirtió en una de las figuras más destacadas dentro del encierro, despertando amor y odio entre sus compañeros.
En el capítulo que se vio la noche del miércoles, Rojas participó en una actividad de fuerza donde terminó con el tendón de Aquiles roto. “Mi cuerpo no estaba preparado para competir con tamañas bestias, además yo cerré tres días antes de entrar al reality, entonces tampoco es que hubo algún tipo de preparación... mi musculatura no estaba preparada para una experiencia tan extrema como entrar a un reality”, reconoció a La Cuarta.
A varias semanas del accidente, Rojas se recupera con normalidad. “Está bien la lesión. Lo que pasa es que todo fue súper rápido, yo me lesioné e inmediatamente al otro día me operaron. Estuve dos semanas con yeso y después estuve dos semanas inmovilizado en un hotel en Perú, que era lo óptimo para que pudiera el tendón sellarse bien. Si no se hubiera hecho eso en el tiempo estipulado, uno podría haberlo vuelto a cortar o no hubiera sido una recuperación tan buena como la que ha existido hasta el momento. Como que fue todo muy rápido muy ágil, y eso permite que andemos bien en los tiempos de recuperación”, añadió.
Su despedida tampoco fue bajo perfil. “Siento que la despedida tenía que ser de la forma que fue, no me imagino que hubiese sido de otra manera, sino que ingresando en una ambulancia con la sirena sonando, con personal asintiéndome, a lo Kenita Larraín, porque si ella pudo ¿por qué yo no?”, aseguró.
Rojas destacó también que hayan estado los animadores presentes pues así se aseguraban que estuviesen todos los participantes presentes. “Si no se hubieran mandado a cambiar y no hubieran escuchado lo que yo tenía que decirles y me parecía importante enviarle un mensaje a Oriana (Marzoli), particularmente, que había tenido actitudes que no corresponden dentro de un reality ni tampoco fuera de un reality”, sentenció.
“Tampoco esperaba que ella fuese a darme un abrazo ni a decirme Sergio que te vaya bien, tampoco esperaba que se alegrará con mi lesión, pero finalmente demuestra quién es y cuáles son sus reales valores”, continuó.
Quien sí se fue a despedir de Sergio fue Facundo González, actual pareja de Oriana Marzoli, la némesis de Rojas dentro del encierro.
“Él, cuando se despide de mí, me dice ‘Sergio, yo vengo a despedirme porque sí soy gente’, que fue una frase que me quedó dando vueltas, porque ¿quiere decir que su polola no es gente?”, recordó.
Oriana versus Sergio
Oriana y Sergio se enfrentaron en más de una oportunidad, pero según recuerda el periodista, la mala onda entre ellos comenzó con la llegada de Facundo.
“Antes de que llegara Facundo, era una persona muy simpática, era buena para las bromas, compartía con todos y cuando llega Facundo, ella se empodera”, asegura.
“Ahí es como que ella quiere poner las reglas del reality, o sea, nos juntamos tales en tal mesa, nos sentamos de tal forma, hacemos las cosas de determinada manera y yo dije, ‘perdón, en qué momento esto se transforma en el colegio de Oriana Marzoli’. ‘Tú acá eres una participante más que no has tenido ningún tipo de protagonismo y ahora que llegó tu pololo ¿quiere tratar de dar vuelta una historia?”, recordó.
“Ahí es cuando le digo que ella es un personaje secundario. A mí me parece que Oriana hoy día no pasa su mejor momento, creo que claro aprendió a vivir de los realities, pero es un personaje que está desgastado y que no funciona, sino con la figura de un hombre al lado y en este caso un hombre que tiene una sola función que es servirle”, dijo.
Sergio contra el mundo
Pese a que Oriana era su principal enemiga, también tuvo enfrentamientos con varios otros participantes, algunos de los cuales no veían bien su profesión de periodista de farándula.
“Yo creo que no es un estigma trabajar en farándula... Yo creo que ser un personaje que se dedica a la farándula es justamente desenmascarar a estos seres que en televisión o en redes sociales se venden como afables honestos, leales, pero que cuando se apagan las cámaras o cuando ellos creen que no los están grabando muestran su verdadera identidad, que es ser unas verdaderas víboras”, sentenció,
“Entonces obvio, que siempre voy a discutir con la gente que se muestra de una forma fuera de la tele y dentro de la tele trata, de ver este bonito y angelical”, prosiguió.
Por lo mismo, Sergio no se arrepiente de nada de lo hecho en el reality y aseguró que estuvo “el tiempo exacto”. “Hice lo que tenía que hacer, conversé con quien tenía que conversar y desenmascaré a quien tenía que desenmascarar”.