El deportista extremo se refirió a su relación con Melina Noto, sus planes a futuro y posturas amorosas.
“Soy otro tipo de romántico, no soy el romántico tipo ‘Ay, amorcito, te amo’, rosas y ‘vámonos a viajar a una isla desierta’”, declaró con una cuota de humor Pangal Andrade sobre su faceta amorosa.
En conversación con La Firme de La Cuarta, el vencedor de Ganar o Servir (Canal 13), a propósito de que su pareja, la conductora TV argentina Melina Noto, se fue a vivir con el Cajón del Maipo, sinceró cuál es su manera de expresar amor, según sinceró:
“Ahora estoy construyéndole una pieza a la Meli, para hacerle un walking closet, que se viene a vivir conmigo; de hecho, ya cambió sus cosas y está en la casa. Esa es mi forma de mostrar cariño, otro tipo, no el “oye, amor, es que te amo”. No soy de decir “te amo” siempre, de entregar flores o hacerle un caminito de flores a la cama... ¡No! Soy de otro estilo, soy más bruto en ese sentido”.
Sobre si esa forma de ser le ha traído alguna problema en su vida amorosa en general, él admitió:
“Todas mis pololas me lo han dicho, todas se quejan, por lo poco romántico que soy. Tengo otra forma, yo creo, jajaja”.
En cuanto a su relación actual, de ya cuatro años, Pangal también se refirió a las formalidades en las relaciones de pareja, y se confesó sobre sus planes al respecto.
“No creo mucho en el matrimonio, no soy católico de hecho. Pero sí creo en una unión entretenida en que haces una fiesta espectacular y te casa alguien al que le tienes respeto, donde tus primos te digan palabras bonitas… También podría ser el matrimonio por el Registro Civil... pero con los bienes separados, jajaja”.
El anhelo de ser padre
Durante el 2020, Pangal había manifestado que no quería ser padre, al menos eso dijo en entrevista con Angélica Castro para El aperitivo. Sin embargo, ya con 39 años, dentro del reality, manifestó que sus planes habían cambiado. Ahora dijo:
“El encierro te hace decir cosas, jajaja, es cuático, pensai mucho... Pero pienso: ‘Chucha, mis primos están todos con guagua”. Igual influye. He perdido a muchos amigos, ya no me junto con ellos, porque es un cacho, y es como ‘es que no tenemos a quien se quede con la guagua’. Soy un hueón muy libre, pesco mis cosas y me voy donde quiera. Dejo a mi perro (’Bagual’) con mi mamá y no tengo a nadie atrás, a mi polola nomás, que me voy cinco o diez días. No tengo anclas”.
El deportista extremo, quien se ha calificado como un “adicto a la adrenalina”, también se confesó que ya no quiere siente tantas ganas de vivir al límite con experiencias cercanas a la muerte:
“Pasa el tiempo y a uno le gustan otras cosas. Ya no me gusta la adrenalina así ‘¡WUAAAAA!’. Ya no soy el hueón que se quiere tirar el rápido más grande, ya no quiero tirarme de la cascada más gigante para demostrar (que puedo). Quiero hacer kayak en clase 5 (hay hasta 6, que es ‘extremo’), entretenido, disfrutar, pasarlo bien, ir tranquilo. Ya no quiero pasar ese miedo que ‘me voy a morir’. Ahora me gusta (estar) en la casa, una tarde rica, cocinar, jajaja, son otras cosas, y pienso: “Igual entretenido criar a un mini tú y enseñarle cosas desde cero”, en ese contexto”.
Por último, en cuanto a la sexualidad, considerando que no ha tenido complejo en mostrar los aparatos que tiene en su casa para disfrutar de los placeres carnales, tanto en su cama con el baño, declaró:
“El sexo nunca ha sido tabú para mí. Siempre he sido abierto, de mi familia. Siempre nos explicaron, de chicos, qué era el sexo. Nunca nos los escondieron. Ninguna prima mía quedó embarazada por error, por condoro. Siempre nos enseñaron a cuidarnos, desde chicos, y siempre nos hablaron de sexo... Yo quería ser actor de porno cuando chico, JAJAJA... Pero bueno, tengo mi casa, entretenida, cosas entretenidas... Mi primer beso fue con una prima, de chico, ¡éramos tantos primos! Les di besos a todas mis primas, jajaja, para qué te voy a mentir”.