La actuación de la cantante, quien falleció este miércoles, marcó un antes y un después. Su acto de protesta en el programa Saturday Night Live definió no solo su postura crítica contra los líderes de la Iglesia Católica, sino que también provocó una serie de reacciones que sacudieron su vida.
Fue sin duda el hecho que marcó un antes y un después para la carrera de Sinéad O’Connor, quien falleció este miércoles a los 56 años.
Se trata del legendario momento de protesta durante su aparición en el programa Saturday Night Live, en un acto que impactó al mundo al romper en vivo una foto del Papa Juan Pablo II.
Lo ocurrido en 1992 fue una polémica sin precedentes en la industria musical, abordada por los segmentos noticiosos de gran parte de los canales del mundo, y que entrampó la carrera de O’Connor, pese a que con su acción se instaló en la vanguardia de la lucha contra los abusos en la Iglesia Católica.
Sinéad vs la Iglesia
En medio de su presentación en SNL, el programa de humor que se transmite en vivo durante la noche de cada sábado en Estados Unidos, Sinéad O’Connor realizó un cover de la canción “War” de Bob Marley y cambió la leta para denunciar los abusos del clero dirigido en ese entonces desde El Vaticano por Juan Pablo II.
Sus palabras al ritmo de la música fueron elocuentes:
“El régimen innoble e infeliz, que nos mantiene a todos a través de abuso infantil, sí. Abuso infantil, sí. La servidumbre sub-humana ha sido derribada, completamente destruida. Tenemos confianza en la victoria del bien sobre el mal”.
Enfatizando aquella última palabra, O’Connor procedió a revelar una foto del Papa y romperla en dos mientras declaró: “Lucha contra el enemigo real”.
Las protestas contra NBC, la cadena que emite Saturday Night Live, fueron inmediatas. Las acciones contra la cantante, también lo fueron. Su exitosa carrera comenzó a desplomarse, sus canciones dejaron de sonar en radio y la venta de sus discos cayó en picada, generando un completo ostracismo hacia la figura de la cantante irlandesa.
Pero años después, casos como el de la investigación periodística del Boston Globe, retratado en la película ganadora del Oscar “Spotlight”, dejaron en claro que las críticas contra la Iglesia nunca fueron infundadas.
De hecho, durante el año 2010, el Papa Benedicto XVI presentó sus disculpas a las víctimas de los abusos cometidos durante décadas por sacerdotes católicos en Irlanda, expresando su “vergüenza y remordimiento” por sus “actos pecaminosos y criminales”. La cantante, sin embargo, consideró que la respuesta fue inadecuada y tildó al Vaticano como “un nido de demonios y un refugio para criminales”.
Posteriormente, la propia cantante explicó que el fondo de su protesta apuntó precisamente a cuestionar el liderazgo de la Iglesia Católica, lo que representaba el mal de la religión. “¿Realmente necesitamos a un maldito Papa? ¿Por qué necesitamos un Papa? Cristo no necesita a un representante. En 10 años más la iglesia no se parecerá en nada de lo que solía ser”, dijo la cantante, quien terminó dejando el catolicismo y dando un paso hacia el islam, a comienzos de la década pasada a a The Guardian.
Todo lo anterior tiene una revisión a fondo en el documental “Nothing compares”, en donde inclusive se rescata una presentación inmediatamente posterior a la destrucción de la foto. Ahí, en pleno Madison Square Garden, Sinéad era recibida por una gigantesca pifiadera. “Todos sintieron que estaba bien patearme. Lamento haber estado tan triste por eso”, dice como parte de aquél documental.
Leer más:
- Conmoción por muerte de Sinéad O’Connor a sus 56 años
-