El periodista deportivo conversó con La Cuarta sobre la partida de su hija Maite a Estados Unidos. Nico ya se fue e Iñaki está haciendo las maletas. "Ella es la niña de papá, incluso le canto una canción de mi ídolo Julio Iglesias, a veces le da vergüenza", indicó el Feña.
La ley de la vida dice que el que pega primero, pega dos veces, pero además, que los hijos son "prestados". Es que, inevitablemente, llega el momento en que toman impulso y vuelan del nido... a menos que se trate de Arturo Longton, pero por lo general, es así. Al final, el que puede, puede, y el que no, se tiene que preocupar de las cuentas del hogar, ¡auch!
La cuestión es que este asunto lo ha vivido de cerca Fernando Solabarrieta, al que primero se le fue su crío más grande, Nicolás, y ahora está sacando los pañuelos para despedir a Maite, que partirá a Estados Unidos a jugar voleibol. ¿Y qué pasa con Iñaki? Ya salió del colegio y tiene en mente independizarse y seguir los pasos de su "broder" en el fútbol.
"Lo primero que quiero decir es que tengo que ser cauto, pues aunque es inminente, faltan un par de trámites a nivel de embajadas para que pueda partir mi hija", indicó el periodista de 50 años.
- ¿Qué sientes ahora que Maite abrirá sus alas? Es un orgullo que esto se cristalice, falta algo protocolar, y valoro el logro. Lo que sí, lo que valoro aún más es el camino para poder conseguirlo, la forma en que lo ha recorrido.
- ¿Te ha enseñado de alguna forma? Siempre digo que mis hijos lo han hecho, ellos me superan en todo. Creo que a muchos papás les pasa, y la Maite desde su tenacidad ha logrado todo lo que se ha propuesto.
- ¿Para dónde se va? A New Orleans, pero quiero decir que, por ejemplo, a su hermano se le abrieron las puertas, pero para ella fue más difícil, pues en Estados Unidos necesitan futbolistas, y no a personas que jueguen voleibol, menos para la primera división.
- ¿Y vas a tener que desembolsar mucho? Ella, además, se va becada. Su trabajo ha sido de años mandando videos, cartas, solicitudes y, además, está su problema de salud.
- ¿Qué le pasó? A ella le encontraron un tumor benigno, gracias a Dios, y fue un hallazgo, por un tema de una lesión deportiva, pero para ella que es joven, le pegó fuerte tener que estar entre 6 y 8 meses fuera. Ahora sigue entrenando.
- ¿Cómo tienes el pecho de inflado? Ver cómo un segundo hijo se va becado, es increíble. Y es que es algo muy difícil, entonces claro que se me infla el pecho, y más encima seguramente habrá un tercero.
- ¿Cómo así, ah? Es que Iñaki quiere lo mismo, y no tengo dudas que lo va a lograr. El va también por fútbol, es un pescado de 1,92 metro, y técnicamente, aunque venga de cerca la recomendación, es volante interior con buena marca, es un mixto.
- ¿Es muy difícil sentir el nido vacío? Bueno, sí. Son las etapas de la vida, y es contradictorio, pues ves que los chicos están cumpliendo sus sueños, pero al mismo tiempo viene la pena.
Canción
- Y ahora se te va la nena... Exacto, es la niña de papá. Incluso, yo a ella le tengo una canción y se la canto, aunque a ella a veces le da vergüenza por la edad, pero es la de mi ídolo Julio Iglesias, "Mi niña mujer", y es lo que se vive en esta etapa de la vida.
- ¿Es más duro para ti o para Ivette? Quizás para la mamá puede ser un poco más complicado, más duro. Es como lo que viví yo con el Nico, pero también esto es un poco la historia de mi vida, porque yo me fui muy chico de mi casa.
- ¿Y ahora te sientes como el vino o que te han llegado los años? ¡Jajajá! Bueno, acabo de cumplir 50 años... Yo cuando tenía 40 y tantos, y cuando nos queremos autoengañar, y como que la piloteaba, decía miénteme que me gusta, pero 50 años es una edad avanzada en una persona.
- ¿Tanto así? Es algo completamente objetivo, aunque el Siglo 21 nos ha acercado un poco entre las generaciones, pero hay etapas en que la vida se encarga de decirte que están pasando cosas, aunque uno se deje largo el pelo.