Ambos competidores hace rato que andaban en coquetas andanzas y, finalmente, todo quedó en evidencia. Revisa acá el momento.
En el capítulo de miércoles de El discípulo del chef (CHV) se vivió un romántico momento al inicio, el cual fue revelado por la propia producción del programa.
Todo empezó cuando se puso a sonar una música romántica, mientras en las pantallas del estudio enfocaron los rostros de los participantes Miel Blanca y Max Cabezón, dejando en evidencia lo que ya se había insinuado con distintos coqueteos.
Todos los compañeros reaccionaron con risas y aplausos, mientras los involucrados solo atinaron a tapar sus rostros con cierto pudor. “Me dio mucha vergüenza”, confesó la ganadora de la primera temporada de este programa.
Ante eso, todos empezaron a pedir “el beso”, ante lo cual Max atinó, se acercó a ella, la abrazó y le preguntó: “¿Puede ser?”. Ella aceptó y llegó el momento del breve pero romántico calugazo.
“Tenemos onda”, reveló la involucrada. “Salió el closet esta situación, ya era el momento parece; igual bacán, qué rico que se sepan las cosas y es súper sano”.
“Nace el amor”, declaró Emilia Daiber. “Estoy en shock”.
“Con Max tenemos un muy linda amistad, nos conocemos desde antes”, contó Miel. “Entonces me da gusto, porque es como que estés saliendo con tu amigo, es la raja”.
Acto seguido, el nuevo compañero del exfinalista de MasterChef (Canal 13), Marcelo Marocchino, procedió a entregarle unas palabras de apoyo: “El consejo que le daría es que lo más importante son las miradas y ellos tienes unas miradas que se conquistan sin hablar y sin tener que hacer ninguna otra cosa”.