El fotógrafo tiene más o menos claro al responsable. “Yo sé que esa persona es profundamente infeliz”, disparó.
Hace unos días, cuando se disponía a liberar espacio de una estantería para acomodar unos libros, Jordi Castell se llevó una desagradable sorpresa: ahí, agazapado entre su colección de cds de música y dvds, lo esperaba un muñeco vudú. En su propia casa.
Se lo contó en el capítulo más reciente de Tal Cual a sus compañeras, Raquel Argandoña y Francisca Merino, quienes no podían creerlo.
“Lo juro por mis cuatro animales que me pasó eso”, les decía él, frente a sus rostros horrorizados.
Y por si fuera poco, agregó que “tenía un alfiler puesto aquí en el centro”, mientras se señalaba la zona pectoral.
De inmediato, Argandoña y Merino lo interrogaron para dilucidar cuánto tiempo aproximadamente llevaba allí el muñeco.
Jordi contestó: “Lo que pasa es que yo soy un poquito mañoso con ciertas cosas porque soy melómano, colecciono cosas. Tuve que preguntar, después, qué tenía que hacer con el mono”.
A continuación, explicó que por recomendación de alguien que estudiaba el tema, “lo tiré a la basura, envuelto en una bolsa de nylon para que no dejara la energía”.
¿Algún sospechoso? Así es: “Yo sé que esa persona es profundamente infeliz. Estoy seguro de que es una mujer muy cercana a un ex que tuve. Le falta equilibrio”.