Comediante compartió una profunda reflexión a semanas de dar a luz a su tercer hijo.
Cuando le quedan pocas semanas para dar a luz a su tercer hijo, Belén Mora, sorprendió a sus seguidores y seguidoras de Instagram con una cruda y llamativa reflexión.
A través de la mencionada red social, la actriz que espera a su segunda “bendición” junto a su pareja, Toto Acuña, realizó una comparación con el ballet, en la que dejó en evidencia que durante el embarazo y la posterior etapa de crianza no todo es color de rosas.
“Me encanta esta foto. Hace un tiempo le comenté a unas amigas que me llama mucho la atención lo similares que pueden llegar a ser el ballet y la maternidad. Ambos tienen caras completamente distintas”, relató de entrada.
Y en ese mismo sentido, indicó que están “ambos romantizados hasta el hartazgo, tul, algodón, colores pastel, cuerpos hegemónicamente hermosos, etéreos. La femineidad, la delicadeza”.
Sin embargo, recalcó que “tanto el ballet como la maternidad tienen un lado crudo, doloroso, de mucho sacrificio y feo”.
“La bailarina de ballet adapta su cuerpo a la disciplina y no solo su cuerpo: su estilo de vida, su alimentación, sus horas de sueño. Y lo hace encantada porque ama el ballet. Porque cuando pisa el escenario y lleva a cabo su coreografía, no hay belleza más grande que esa”, expuso.
Además, la Belenaza sostuvo que toda esa dinámica que deben realizar sobre el escenario conlleva “pies deformados, llenos de llagas y callos, juanetes. Los músculos trabajados, estresados. Y nunca termina de aprender”.
“¿Y las madres? Lo mismo. Mostramos la foto de la guagua, la pieza con tonos suaves, la ropita de algodón, la pancita, la foto de perfil mirando el horizonte con felicidad. Tu pareja besando tu vientre. El babyshower. Las manitos del recién nacido”, planteó.
Las reflexiones de Belén Mora
Pero eso no es todo, pues la comediante apuntó a los efectos asociados, como el “dolor de espalda, la continua dismorfia, la sensación de que te robaron el cuerpo, la culpa por querer gritar de pena o rabia o frustración y hacerlo a escondidas porque sino te juzgan: ‘como vas a estar así si estás embarazada’, ‘es lo más lindo que le puede pasar a una mujer’”.
Por último, tampoco escondió cuáles son sus grandes temores de cara al nacimiento de su tercer hijo.
“Vivir con el miedo de perder el embarazo, que después es el miedo a la muerte súbita, al virus sincicial, a la alergia alimentaria, a chocar, a que se atore, a que le hagan bullying, a que no te amen, a que no sean amados. Pero si lo dices llega el ‘relájate’. Pero cuando te miran… cuando se ríen, incluso cuando duermen. Cuando te buscan, cuando dicen mamá… eso es ballet”, remató.
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