Enseña a confeccionar mascarillas artesanales y minutos después analiza las cifras de contagiados por Covid 19-
Enseña a confeccionar mascarillas artesanales y minutos después analiza las cifras de contagiados por Covid 19. En medio de esta pandemia y el zapping matinal destaca un hombre cano, de apariencia apacible y bonachona que luce delantal blanco. Su nombre: Sebastián Ugarte.
El médico del "Buenos días a todos" emerge en esta crisis sanitaria por sus consejos sin pretensiones académicas. Él sabe que la televisión llega a amplias audiencias y eso lo obliga a usar un lenguaje sin tecnicismos.
"Soy uno más de miles que están haciendo mucho por Chile en esta emergencia", aseveró en una de las ediciones del franjeado el "Tío Seba".
En medio de la tempestad y las duras y escalofriantes cifras de contagios y decesos, escuchar al galeno resulta un bálsamo de cordura: "Dejémonos de tonteras, de peleas, de que el Gobierno lo hizo mal o lo hizo bien. Necesitamos disciplina, a todos ordenados en las casas. Muchos funcionarios de la salud estarán en sus puestos, atendiendo enfermos y exponiendo sus vidas. A muchos chilenos sólo le pedimos que se queden recostados, viendo televisión y ya está. ¿Es mucho pedir?".
Como padre el doctor también ha demostrado su sabiduría. En un contacto televisivo, su hijo Nicolás manifestó su agradecimiento a la forma en que le inculcó valores y le dio las herramientas para convertirse en un hombre íntegro.
Hoy se emociona al hablar de su madre a la cual no puede ver por su avanzada edad, 90 años. Para evitar un posible contagio, tomó la medida de no visitarla. Al borde de las lágrimas, contó al aire que es una gran pena y aprovechó de hacer un llamado a la gente a cuidarse y respetar las órdenes de cuarentena.
El doctor Ugarte se ha transformado en un gran hallazgo en el marco de la crisis sanitaria que vivimos hoy. La gente lo agradece y felicita por Redes Sociales. Su imagen representa al extinto médico de la familia que existía en Chile hace algunas décadas. Era el hombre con más allá de su especialidad siempre estaba dispuesto a entregar sus conocimientos más allá si existía un bono de por medio.
Tío Seba, siga así. La gente lo reconoce y aplaude (virtualmente). Un emoticón de palmas batiéndose para usted por su sencillez y buena onda.