Tras los reingresos a Gran Hermano, ambos participantes tuvieron la chance de aclarar. “No me gusta que me quiten el ángel”, le dijo él.
Seba Ramírez y Cony Capelli tuvieron su primera conversación a calzón quitado desde su reingreso a Gran Hermano (CHV), tras haber renunciado en medio de una tensa relación con su expinche.
“Lo menos que quiero es pelear”, partió diciendo sobre las disputas que tuvieron durante el romance. “Te respondía nomás cuando teníamos las discusiones”.
Sin embargo, la bailarina le planteó que, “aquí dentro, para mí estábamos juntos”, remarcó ella. “Y eso merecía un respeto, y tú faltaste a ese respeto”, haciendo alusión a prueba de los “piquitos” que tuvo que hacer él, y que derivó en todo un lío de celos.
“No, es un rollo que te pasaste, porque yo bromeé nomás, y eso fue”, planteó él de vuelta.
Luego, entraron al terreno post partida de Seba: “Desde el momento en que te fuiste, no tengo nada que explicarte; yo estuve bien mal porque te habías ido, recordándote harto tiempo con la “Pincoyita” (Galvarini), y con él mismo Rai (Cerda)”.
“Qué, si después se confundieron todos parece”, le lanzó él, considerando que Coni y Rain casi cruzaron los límites de la amistad. “Bueno, nadie es nadie, eso está claro”, reculó él entre risas.
“Tampoco necesita de tu permiso, Seba”, le dejó ella en claro. “Oye, para nada, si yo tampoco lo pasé mal afuera, tú cachai, somos rockeros, no pasa nada”, le contestó él entre risas, para luego intentar chocar el puño con Coni, pero ella no le correspondió. “Porque no somos panas”, le remarcó.
El tenso intercambio
De ahí, en apariencia, Coni le aclaró la parada en que se encuentra actualmente, haciendo alusión, en apariencia, a su naciente romance con Fede Farrell, quien ahora anunció su renuncia del reality. “Pasan cosas, así que lo que usted haga no me va a afectar”, le declaró. En todo caso, él le pidió que “no te antes chupeteando con el....” sin decir el nombre del aludido.
—Yo voy a hacer lo que quiera, porque tú no tuviste ningún filtro conmigo —le replicó ella—. Te importó una mierda.
—Pero yo no estuve con nadie —aclaró él.
—No, pero hiciste hueás, y tú lo sabes.
—No me gusta nomás que me quiten el ángel; me sentí súper así como que no podía hacer nada.
—No, Seba, las cosas son simples: si usted quiere hacer y deshacer, usted tiene que estar con una persona parecida a usted. Pero yo...
Ante esa última frase, Seba se apuró en responder y dejar algo en manifiesto:
—Contigo... si nos parecemos también. Acá nadie es santa paloma, Cony. No me vengai con la Santa Calculta, la Virgen de Santa Calcula de las Mercedes —le lanzó irónicamente.
—Pero a mí me gustabas de verdad —admitió ella.
—Ya, pero...
—Tú estás hablando por mí algo que no sabes. A mí me gustabas de verdad.
—Bueno, pero...
—Entonces no me vengas a decir ahora que tenga cuidado.
—Desde que yo me fui de cada, usted es libre... Haga lo que quiera.
—Gracias por tu permiso —le contestó Coni con sarcasmo—. Necesitaba justo eso para poder lanzarme al éxito... ¡Ese pase gol era el que necesitaba!
—Se chiflaron todos —remató él.
Revive acá el momento
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