Pancha Merino y Juan Pablo Sáez siguen tirándose palos a través de la prensa y la mediática pelea no tienen para cuándo acabar.

Así al menos quedó demostrado en el capítulo más reciente del Tal Cual, donde la actriz figura como panelista. Ahí, abordaron los dichos que emitió su colega en su contra, luego que ella también hablara peste de él en una anterior oportunidad.

“Fuimos amigos, por eso a mí me duele que hable cosas. Ella se hace la buena, entonces eso no va. No solo ha hablado de mí, de Luciano Cruz-Coke, del papá de su hijo”, relató Sáez en su visita el programa Todo va a estar bien.

Y ahora, Pancha nuevamente arremetió sin filtro en contra del actor. “Mentira, Juan Pablo no tiene amigos. Por favor Viñuela, dale la maquinita para el pelo, está totalmente destruido”, lo repasó.

Y en esa misma línea, agregó: “Mira, lo único que le puedo decir es que tiene que estar muy agradecido de que yo hable de él, ya que gracias a eso lo invitaron a ese programa. Por lo menos hace una década que no lo veía en televisión, salvo afuera de los canales pidiendo que lo entrevisten”.

Las razones del quiebre

Pero eso no es todo, pues también expuso la verdadera razón del quiebre de la amistad que tenían. En concreto, sostuvo que debería agradecer “que hable de ti. No te voy a perdonar que me hayas sacado de una obra de teatro, en la que estaba antes que tú, siendo que yo necesitaba la pega en ese momento”.

“Eso un amigo no lo hace jamás. Éramos muy amigos, hasta ese momento en que él me sacó de la obra de teatro, que trajo Carlos Lara y porque él quiso hacer otro elenco, me sacó. Él se acabronó, se puso de productor y el dueño del teatro. Cuento corto, no le quise hacer atados a Carlos, pero sí quede muy sentida con Juan Pablo porque encontré que era feo”, recalcó.

Por último, explicó los motivos de su molestia. “Ustedes me molestan y como que me pico. Él quiso tirarme la artillería y me da lo mismo que me ande pelando. No lo pesqué cuando tenía pelo, menos ahora. Él no es amigo de nadie”. contó.

De todas formas, aseguró que si Juan Pablo Sáez la llamara para tomarse un café y limar asperezas, sí estaría dispuesta, aunque respondió con un tono de ironía.