Por Diego Ramírez“Tú eres muy amiga de la familia...”: Teresita Reyes explica su postura tras querella por abuso contra Cristián Campos
“Uno no puede empezar a tirar mierda con ventilador”, aclaró la actriz, que también es cercana al intérprete.
En su paso por Todo va a estar bien (Vía X) la actriz Teresita Reyes fue clara: no hablará (al menos públicamente) sobre la querella por abuso sexual que pesa contra su colega Cristián Campos.
“Sin entrar en el caso, ¿pero por qué no quiere hablar del tema de la querella de Cristián Campos?”, le consultó el periodista Eduardo de la Iglesia a la reconocida intérprete. “Porque no”, respondió ella, tajante.
“¿Qué es lo que te pasa con la denuncia misma?”, insistió el animador del late. “No (quiero hablar), porque son dos partes que quiero mucho, entonces no”, le aclaró Reyes al entrevistador.
Eduardo de la Iglesia: Ok, tú eres muy amiga de la familia Di Girolamo y también muy cercana a Cristián Campos y eso te conflictúa.
Teresita Reyes: Sí, es que no voy a hablar sobre el tema, no quiero referirme a un tema tan delicado y complicado que hay que dejárselo a la justicia. Uno no puede empezar a tirar mierda con ventilador.
“Da lo mismo”
Finalmente, la actriz aclaró que “en las redes sociales están acostumbrados a opinar de todo, porque hay un anonimato, entonces tú puedes tirar la mierda que quieras, pero no toda la gente es así, la mayoría de la gente es súper respetuosa de esas cosas”.
“Es un tema que debe resolverse en otras instancias. Si yo opino o no, da lo mismo”, sentenció.
Leer más:
Imperdibles
Lo último
hace 22 min
hace 36 min
13:00
El nuevo Metroid Prime 4: Beyond no está exento de irregularidades, pero cuando se apoya en la exploración solitaria, el diseño de niveles y la atmósfera, demuestra por qué la saga sigue siendo una de las mejores de Nintendo.
Review | Metroid Prime 4: Beyond, un regreso ambicioso que alcanza sus mejores momentos en la exploración
12:54
12:37
11:10
La adaptación de la novela de Freida McFadden no reinventa el género, pero abraza sin pudor su ADN de cine clase B, recicla viejos tropos noventeros y se apoya en Amanda Seyfried para convertir su precariedad en un placer culpable que funciona mientras dura.
