Diario de un adiós impensado: las últimas horas de Felipe Camiroaga

Hace exactos diez años, el viernes 2 de septiembre de 2011, un avión Casa 212 de la Fuerza Aérea capotó en las costas del Archipiélago Juan Fernández. Fallecieron los 21 pasajeros a bordo. Uno de ellos era Felipe Camiroaga, entonces animador del Buenos días a todos y, con seguridad, el personaje más querido de la pantalla chica. Lo corroboró horas más tarde el país entero llorando su partida. A la espera de un milagro, se generó una vigilia improvisada; nunca antes vista. Confirmado su deceso, un millar de personas llegó hasta TVN, su casa televisiva, para despedirse. Hoy, el recuerdo sigue intacto. Aquí, el diario pop reconstruye las últimas horas del "Halcón".

La noche del jueves Felipe Camiroaga se defendía del frío como le alcanzaba. Al igual que el resto de los presentes, la mayoría de ellos extras y técnicos, se envolvió en varias capas de ropa. Una chaqueta de jeans con chiporro que lo hacía lucir más grande, encima de un polerón negro y una camiseta blanca. Lucía también un pantalón grisáceo, y en determinado momento cubrió su cuello con una bufanda con puntos de colores. Cuando se asomó a la gran carpa del condominio La Reserva, donde había diez mesas desplegadas para que los invitados disfrutaran de la comida y el descanso programado, lo hizo con una taza de té caliente en la mano.

"Estamos auspiciados por Tapsín", soltó Camiroaga entre risas, confirmando a su manera la incomodidad que le suponía el viento helado que, pasadas las veintidós horas, no perdonaba en la residencia de Colina. Después se acercó a otro de los estelares, Martín Cárcamo. Podemos imaginar que para hablar sobre la grabación. Porque para eso estaban ahí: los animadores ultimaban los detalles de su participación en la película del imitador, Stefan v/s Kramer. Ese jueves, de hecho, era la jornada número 30 de rodaje, aunque para el conductor del Buenos días a todos era apenas su debut.

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Martín, Felipe y Kramer en acción[/caption]

"Cuando Stefan me contó por primera vez que iba a hacer una película, me pareció una idea espectacular altiro. Cuando más encima me invita a participar, me sentí muy contento y honrado también de poder participar de este súper éxito que va a tener Stefan. Estoy seguro de eso", se sinceró más tarde con La Tercera, y continuó hasta altas horas de la madrugada compartiendo anécdotas, morisquetas y tallas con el equipo liderado por Sebastián Freund, el propio Kramer y Cárcamo.

Nunca más los volvería a ver.

Esa noche del jueves 1 de septiembre de 2011, filmando en el condominio La Reserva de Chicureo, fue la última parada del animador antes de embarcarse a la isla Juan Fernández. El viaje estaba programado para el mediodía del viernes.

La narrativa del Halcón

Para nadie era desconocido que, con 44 años, Felipe Camiroaga había macerado algo que rozaba lo utópico: consagrado como la figura más influyente de TVN y de la escena local, su trayectoria ahora le permitía incluso ser cotejado con Mario Kreutzberger, Don Francisco, el conductor chileno que concretó su propio sueño americano en Miami al frente de Sábado gigante. Pero que el éxito cruzara la vida de alguien que se formó como productor y director de televisión en el Instituto Incacea, tomó su tiempo.

Con esas credenciales, Camiroaga empezó detrás de cámaras, como asistente en las labores de producción y concreción de libretos en el canal de la Universidad de Chile. La urgencia de una nueva generación de rostros le abrió las puertas para subirse al plató y conducir Videotop. Después, Extra Jóvenes y, en 1992, el programa que escoltaría su carrera: Buenos días a todos. Inicialmente fue por apenas seis meses y, luego, reemplazando a Jorge Hevia durante sus vacaciones. Pero desde 2006 de manera definitiva, convirtiéndose en la cara visible del matinal y en el protagonista de sus triunfos.

En el ínterin, el animador alternó moderadas victorias y dolorosas derrotas en la pantalla chica, ensayó una carrera actoral que le permitió interpretar al antagonista de Rojo y miel (1994) y se posicionó como un crédito de la estación co-animando Pase lo que pase. Más tarde, se puede decir, tuvo revancha en el horario estelar, liderando espacios como Animal nocturno o Halcón y camaleón.

Su versatilidad y cercanía con el espectador, haber cultivado ese perfil con vetas humorísticas tan característico, le entregó el status necesario para dar el gran salto y animar el Festival de Viña del Mar en 2009 y 2010, en compañía de Soledad Onetto.

Podría decirse que ese es también el argumento que permite explicar por qué, tras la tragedia, Camiroaga adquirió la condición de figura inigualable.

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Kathy Salosny y Felipe[/caption]

Pesadilla sin retorno

La teniente de la Fuerza Aérea de Chile, Carolina Fernández, asumió el rol de copiloto. La idea es que su compañero, el también teniente Juan Pablo Mallea, piloteara el vuelo de ida, y ella hiciera lo propio con el de vuelta.

Los quince pasajeros y seis tripulantes a bordo del avión Casa C-212 Aviocar de la Fuerza Aérea de Chile, a esa altura estaban preparados.

Apenas pasadas las 13.26 del viernes 2 de septiembre, Fernández buscó por primera vez a la torre de control para solicitar el despegue:

"Centauro, uno tango uno dos en losa Mike, activando plan de vuelo. Solicito instrucciones", pronunció, echando mano a la atractiva juerga técnica que sólo ellos entienden.

"Nivel de vuelo que solicita, Centauro", recibió como respuesta.

"9-0, Centauro", repitió en dos ocasiones Fernández.

"Copie condiciones (...); viento 18, 0 grados, 8 nudos, temperatura 12 grados, Q, N, H, 1-0-1-8", le indicaron desde la "Autorización".

El intercambio se mantuvo por algunos minutos más.

Recién a las 13.50 y tras seguir el protocolo, hubo novedades:

"Santiago Torre Centauro, buenas tardes (...); mantenga fuera de pista 1-7 izquierda (...); Centauro, viento 1-9, 0 grados, 4 nudos, pista 1-7 izquierda. Autorizado a despegar".

Así detalló el periodista Sergio Paz, en su libro de 437 páginas, Demasiado joven. La biografía de Felipe Camiroaga (2013), la orden de despegue del avión.

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El grupo que subió al fatídico Casa 212[/caption]

Como sabemos, los 21 cuerpos a bordo se dirigían a la isla Robinson Crusoe, en el archipiélago Juan Fernández, como parte de una misión del "Desafío Levantemos Chile". De hecho, ocho de los pasajeros pertenecían a la organización: el empresario Felipe Cubillos, el gerente general Joaquín Arnolds, Sebastián Correa y su esposa Catalina Vela, Gália Díaz, Romina Irarrázabal, Joel Lizama y Jorge Palma.

De TVN eran cinco los enviados especiales, liderados por Felipe Camiroaga, los periodistas Felipe Bruce y Sylvia Slier, la productora asistente Carolina Gatica y el camarógrafo Rodrigo Cabezón.

Completaban la nómina los tripulantes de la Fuerza Aérea de Chile: el periodista José Cifuentes, el jefe del Departamento de Comunicaciones Rodrigo Fernández, los tenientes Carolina Fernández y Juan Pablo Mallea, el sargento 1º Eduardo Jones, y los cabos Erwin Núñez, Eduardo Estrada y Flavio Olivo.

El "Desafío Levantemos Chile" se trataba de una ONG creada un año antes, y liderada por Cubillos, luego de visitar el balneario de Iloca, con la idea de prestarle ayuda a los damnificados tras el terremoto que azotó al país el 27 de febrero de 2010. Se quedarían en el lugar hasta el domingo.

Algunos días después del accidente, Martín Cárcamo, uno de los últimos que vio a Camiroaga durante la grabación de Stefan v/s Kramer, sinceró que el animador del Buenos días a todos, a la pasada, le comentó sobre la misión. Dijo que lo vio muy entusiasmado.

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Camiroaga[/caption]

Un ángel se hace leyenda

El Casa 212 debía aterrizar a eso de las 17 horas en el aeropuerto de la isla. Esa es la información que manejaba el alcalde Leopoldo González.

Pero a las 17.48, hora continental, la Fuerza Aérea de Chile sacudió al país: explicaron que se había perdido contacto con la aeronave, luego de que intentara aterrizar en dos ocasiones sin éxito, producto de las condiciones climáticas. Para entonces, cuando el registro no era todavía el más preciso, se confirmaba la desaparición de "al menos 18 pasajeros".

Cerca de las 19.30, una lancha de la Armada encontró a un kilómetro de la isla Santa Clara restos de zapatos y equipaje flotando en el mar. También un cooler con restos de combustible. A las 20 horas, la fragata Lynch, un helicóptero y un avión de la Fuerza Aérea de Chile se sumaron a las labores de búsqueda en el archipiélago.

"Quiero que paren la competencia. Por favor… nos acaba de llegar una información muy difícil de entregar", interrumpió repentinamente Jean Philippe Cretton una competencia de Calle 7. El entonces animador del espacio reunió a los participantes en el centro del escenario y, tras entregar las pocas pistas que manejaban en ese minuto, le dio el pase al departamento de prensa. Esa fue la primera reacción de TVN, casa televisiva de Camiroaga.

A las 20.34 horas el ministro de Defensa, Andrés Allamand, confirmó desde el Palacio de La Moneda la desaparición de la aeronave, informó de las medidas adoptadas y subrayó que la identidad de las personas a bordo sería entregada a las 21.00 horas por la Fuerza Aérea. Sus familiares ya habían sido informados. "Debo hacer presente que el escenario (que enfrentamos) es particularmente adverso", advirtió.

Minutos más tarde, en el noticiario, Mauricio Bustamante y Mónica Pérez apenas mantenían la compostura. "Es difícil", se turnaban para repetir. Pérez particularmente se notaba muy afectada con la tragedia. Le costaba sacar la voz. Bustamante, un poco más entero, agradecía desde ya las muestras de cariño que espontáneamente se acumulaban.

A la espera de un milagro, la gente se volcó en masa hasta Bellavista 0990, en las afueras de Televisión Nacional de Chile, improvisando una vigilia nunca antes vista en nuestro país.

La escena se repetiría los días posteriores, aun consumado el deceso de los pasajeros. Desde la estación, avisaron que un millar de personas llegó a estampar su pesar en los libros de condolencias que dispusieron para homenajear a Camiroaga y al equipo de Buenos días a todos.

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TVN[/caption]

El sábado, el ministro Allamand confirmó que no había sobrevivientes:

"Tras la búsqueda en que participamos con el comandante en jefe de la FACh (Jorge Rojas) uno llega a la conclusión de que el impacto fue de tal magnitud que debió producir la muerte instantánea de todas las personas que se encontraban en el avión".

El 14 de septiembre, TVN despidió a Felipe Camiroaga en una ceremonia celebrada en el patio de la estación. De nuevo, fueron miles los representantes de la barra pop que esperaban afuera de la misa para despedirlo, en caravana, entre pétalos y globos, acompañando la carroza fúnebre con sus restos hasta la Pérgola de las Flores. Misma cantidad aguardaba en el Parque del Recuerdo. Ahí, sin embargo, a eso de las 17.45 horas, se produjo un adiós más íntimo y emotivo, donde incluso participaron sus compañeros del club de polo para rendirle homenaje.

Le llevaron a su yegua regalona, "Barquillo". Ella también cabalgó hasta su última parada..., aunque esta vez, sin jinete.

Especial Diez años sin Felipe Camiroaga

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