El imitador se refirió a lo que fue una de sus imitaciones más populares y polémicas al exalcalde.
Seguro que uno de los personajes más icónicos del repertorio de Stefan Kramer es Pablo Zalaquett, exalcalde de La Florida, personaje que alcanzó una gran popularidad, al punto que fue el villano en la película Stefan v/s Kramer (2012).
Sin embargo, aquellos años de imitaciones no resultaron tan agradables para el exedil: “Se me ridiculizaba a un nivel tal que hasta yo mismo creía que hacía ‘iii’, e incluso afectó a mi familia, a mis hijos”, declaró durante el 2020 sobre el bullying que enfrentó.
Ahora, en su libro Stefan, Memorias Breves Autorizadas por Kramer (2022), el comediante se refirió a dicha controversia, según consignó Tiempo X.
“Muchos dicen que le destruí su vida por como lo representé”, planteó. “Fue un invento mío, porque hice un personaje que hablaba con una voz un poco más agudo. Además, continuó, “en un momento en el set de televisión, en vivo, como de la nada, por estirar una frase, salió el famoso grito ‘iiiiii’”.
La llamada
De hecho, contó que una vez Zalaquett le contactó para abordar el tema: “Una vez me llamó y me pidió que nos juntáramos a conversar en un café y me dijo ‘¿tú sabes lo que me has provocado? ¿A ti te pasa algo con lo que te estoy contando? ¿Sientes algo de culpa?’”.
Frente a esa arremetida, él imitador le contestó que “no, porque no lo hago con mala intención”. En cambio, le explicó, “lo hago tratando de crear un personaje”. Por lo tanto, “entiendo que te pase esto, pero como no hay intención de herir a alguien, no me siento culpable”, remarcó.
“Cuando fui vocal de mesa me fue a saludar y otra vez, estando en Lago Villarrica, llego en lancha a saludarme”, cerró. “La política también tiene cosas de figurar, de reconocimiento, de salir en los diarios de la noche a la mañana”.
El propio exalcalde también, hace un par de años, relató que “he tenido hartas posibilidades de conversar con él”. Antes eso, ha quedado claro que “él como persona siente que tiene todo el derecho a hacerlo y, en ese sentido, no va a dejar de hacerlo en la medida (que sea) rentable”, dijo.
Eso sí, también “aprendí a reírme de mí mismo” y, por último, “lo voy a usar a mi favor; puede servir para que la gente me quiera más”, remató por aquel entonces.