El diario pop conversó con la cantante, escritora y empresaria, sobre los estándares de belleza y el privilegio que ha tenido dentro de la sociedad: “Yo pude dedicarme al arte porque no tuve que mantener a mi familia, hubo una responsabilidad y una educación sexual en el colegio, no quedé embarazada en contra de mi voluntad a los 12, 13 o 14 años, tuve acceso a comprar condones...”, reveló.
En el marco del lanzamiento de su última canción “11 mil Kilómetros” y su primer libro “Negóciate y gana”, conversamos con Vesta Lugg sobre diversos temas, como la liberación que ha sentido durante el último tiempo.
“¡Amo el bótox! Le rezo al bótox, es lo mejor que he conocido en mi vida, si tú me decí un año sin sexo o un año sin bótox, yo prefiero un año sin sexo, te lo juro”, es lo primero que la artista le confiesa a La Cuarta, cuando le preguntamos por un video que publicó hace poquito.
En el registro, la cantante reveló que se aplica toxina botulínica con su cirujano de cabecera desde los 23 años porque se le marcaba el entrecejo. “No quería que se me marcara, me empecé a pinchar baby bótox, y me sigo inyectando poquitito, no es mucho, y eso va de la mano de un cuidado, comer bien, yo no tomo alcohol, me acuesto a las 21:30, entreno todos los días. Va de la mano de un estilo de vida que me hace muy feliz”, confesó.
- ¿Por qué decidiste contarlo?
Porque ¿sabí qué? Estoy agotá que la gente piense que soy “tan natural”, “es una niñita tan buena”, “cómo va a salir en pelota a la gala”; y sí po’, si tengo las piernas para hacerlo, voy a hacerlo, es mí decisión. No soy tan natural, no tengo nada natural, me pinto las uñas, me tiño el pelo, me bronceo con autobronceante, esto (su maquillaje) se demora cuatro horas en hacer, Raúl (Flores, su maquillista) llegó a las seis de la mañana a mi casa... es una expectativa poco real y para mí era importante que las niñas que me vieran supieran que yo no nací así.
- Pero, esa es la Vesta de ahora...
Antes no lo hablaba con los medios, pero es algo que siempre conversé, no lo escondía en mis cercanos, pero ahora estoy mucho mas lista de contar mi verdad y me siento responsable también.
- ¿Por qué?
Porque cuando yo era niña y veía a estas niñas en televisión decía: “qué ganas de bajar de peso”, y me acuerdo de sentir eso, me acuerdo de la dismorfia, de imponerle una talla a una niña, entonces si yo me veo así quiero que sepan por qué me veo así, y las expectativa de cómo las niñas que me ven sea a conciencia, me siento responsable de eso.
Sobre los privilegios: “No tuve que mantener a mi familia”
- Hablando de eso mismo, tú nunca has ocultado tus privilegios.
Siento que es una conversación importante, reconozco el privilegio que tengo en todo sentido, desde mi estética femenina en la sociedad, hasta dónde nací y la familia que tengo, y no le suma a nadie ocultarlo o debatirlo, es una realidad. Yo siempre digo, cuando tengo estas conversaciones internas con el equipo, el esfuerzo y reconocer el privilegio puede ir de la mano.
La estrella del pop nacional también añadió que: “Yo pude dedicarme al arte porque no tuve que mantener a mi familia, yo puedo hoy día hacer música porque hubo una responsabilidad y una educación sexual en el colegio, no quedé embarazada en contra de mi voluntad a los 12, 13 o 14 años, tuve acceso a comprar condones, tuve acceso de ir a vivirme sola a los 17, cuando trabajaba en Bacán pude ahorrar mi plata y no tener que aportar en la casa, y ese es un privilegio y si yo no lo reconociera atentaría contra lo que yo espero para el mundo”.
En esta misma línea, Vesta agregó que: “No puedo hacer nada para cambiar lo que he vivido, pero sí puedo tener las conversaciones desde el lugar que tengo, eso se aplica a todos sentido.
“A mí nunca me ha costado encontrar una talla en mi ropa en el mall, nunca he sido discriminada por cómo me veo, nunca me he sentido que no califico a algo porque tengo una talla distinta, esa es una super conversación importante de tener”, finalizó.
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