Es más que una cara bonita Benjamín Vicuña Luco. Es que aparte de ser actor y empresario, también es heredero de una parte de la historia de Chile, como descendiente del célebre historiador y urbanista Benjamín Vicuña Mackenna.
Aún cuando proviene de una familia adinerada, donde se juntan los apellidos aristocráticos, la holgura económica y el mundo de la gran empresa, al ser criado por el segundo marido de su madre, Isabel Luco Morandé, el existoso hombre de negocios palestino Ousama Abugharade, quien alterna sus firmas exportadoras con una gran pasión por la hípica.
Pero Benjamín Vicuña es más que una cara bonita y parientes adinerados. Él ha mostrado su cara pública, con romances y peleas, y por otro el más triste, el que cala en lo más hondo: el enfretar la muerte de una pequeña hija y saber hacerle frente con el dolor evidente en la piel.
Apenas salió de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, no trepidó en saltar de las salas, donde hizo clásicos de su arte -como "Ifigenia"-, a la calle, alentado por maestros como Ramón Griffero y Óscar Castro.
Luego vino la televisión, donde se hizo conocido, pero siempre con algo más. A los 21 años debutó en "Vivir al Día", serie de Red Televisión que tocó temas conflictivos para los 90, como la drogadicción y homosexualidad.
Salir en la pantalla también le trajo amores sonados, como el de Paz Bascuñán, con quien actuó en "Piel Canela", de Canal 13. Agarró fama y saltó a la entonces poderosa área dramática de TVN. Ahí no rehuyó papeles conflictivos, como el de gigoló de una mujer madura, con escenas de sexo implícito junto a Gloria Munchmeyer, en "Destinos Cruzados".
Pero Benjamín tiene otro rostro: el de empresario de las artes. Junto a sus amigos Gonzalo Valenzuela y Cristóbal Vial es dueño del Centro Cultural Mori, que funciona como productora de televisión y teatro. También se estableció con el restaurante Amorío y la línea de ropa masculina Bautista.
Siempre en la polémica y la fama, cruzó la cordillera para incursionar en la televisión argentina, donde hizo fama de excelente actor y galán de fuste, que en la realidad le valió conquistar el corazón de la modelo Carolina "Pampita" Ardohain.
Con ella tuvo cuatro hijos, siendo la mayor Blanca, quien falleció a los seis años, víctima de una neumonía hemorrágica.
La relación con "Pampita" se debilitó y buscó otro amor, en los brazos de la actriz Eugenia "China" Suárez, en medio de un escándalo mediático.
PADRE
Pero las variadas facetas de Vicuña dan paso a otras, como la del padre que nunca olvida. A comienzos de semana, recurrió a la red social Instagram, donde posteó una foto de su fallecida hija y escribió: "Hoy sonrío tu nombre, el nombre más bello. Hoy beso el cielo y escucho tu risa como gotas de lluvia que limpian el paisaje. Feliz cumpleaños, mi niña. Y pensar que ahora tú me llevas en tus hombros".
Así la festejó en el que sería su cumpleaños número 12.
Y el multifacético actor vuelve a cambiar de piel, porque deja Argentina y enrumba a Madrid, donde se especula que integrará el elenco de "La Casa de Papel", la serie de habla hispana más vista en la plataforma Netflix, sobre la cual se elucubran precuelas y spin offs.
¿Vestirá el mameluco rojo y la máscara de Salvador Dalí? Todo apunta a que sí y lo hará acompañado de "China" Suárez y de la mano de su amada Blanca.