La joven señaló que en su adolescencia sufrió el maltrato y acoso de sus compañeros que afectó duramente su autoestima. “No me di cuenta hasta que me cambié de colegio”, confesó.
Christell Rodríguez saltó a la fama cuando era solo una niña en Rojo Fama contra Fama. Sin embargo, el cariño de la gente no le sirvió para protegerla del bullying que vivió durante su adolescencia.
La cantante ha hablado en distintas ocasiones sobre el amor propio y también se ha referido en el pasado sobre el maltrato y acoso que vivió en el colegio.
Durante una conversación con M360, la joven profundizó sobre los duros momentos que pasó por el acoso y reveló su manera de encontrar el amor propio y dejar atrás las malas experiencias.
He sufrido de bullying. Actualmente no creo que lo sufra. Creo que es algo distinto aceptar comentarios de gente que uno no conoce, pero en su momento en el colegio me tocó pasar por un largo periodo en el cual sufrí de bullying”, señaló al medio.
En esa misma línea, agregó que “fue dejando algunas cosas, que quizás estaban como escondidas y no me di cuenta hasta que me cambié de colegio”.
“Me di cuenta que había cambiado muchas cosas de mi personalidad que me habían afectado en otras áreas”, explicó.
La ex participante de Aquí se baila señaló que considera que el tema del bullying está “muy ligado a la crianza”. Por lo mismo, explicó que nace de una comparación con el otro y que, cuando alguien es distinto, tiende a ser rechazado.
Christell confesó que cree que es “poco posible” erradicar el bullying. “Creo que lamentablemente se ha convertido en algo muy humano, pero sí creo que se puede bajar la proporción, sobre todo en los colegios que hoy está muy fuerte”, explicó.
Finalmente, al ser consultada sobre cómo superó haber sido víctima de estos acosos, la joven reveló que “el tema de volver a confiar en mí misma fue lo principal. Lo que a mi me ha servido es ser constante. Es una decisión constante en que me recuerdo día a día todo lo que he hecho, todo lo que he logrado hasta ahora, lo que quiero lograr”.
“En realidad es una constancia de recordarte día a día que somos valiosos como personas independiente de nuestras características. El simple hecho de existir nos hace valiosos”, concluyó.
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