Willy Sabor no se aguantó y acusó a Francisco Kaminski de fea jugada en su contra: decidió “pararle los carros”

Una desconocida situación expuso este martes Willy Sabor en el segundo capítulo del Hay que decirlo, nuevo espacio de Canal 13 conducido por Pamela Díaz y Nacho Gutiérrez y donde figura como uno de los panelistas.

En pleno programa, el cantante recordó un ingrato episodio que protagonizó con Francisco Kaminski. Esto, cuando ambos competían en sus respectivas emisoras radiales.

De acuerdo a su relato, el actual pololo de Camila Andrade en un minuto le jugó chueco y quiso quitarle los auspiciadores.

“Yo lo conozco hace mucho tiempo, cuando era notero. El desarrollo de su persona ha ido decayendo con el tiempo”, contó el intérprete de Yo vi un león en el cocido farandulero.

Y en esa misma onda, pasó a contar detalles del drama que los enfrentó.

“Me empezó a quitar...(empezó) a hablar con los auspiciadores. Los mismos auspiciadores me contaban. ‘Me llamó Kaminski’. Quería ofrecer la Radio Corazón por menos plata”, recordó el ex integrante del Morandé con compañía.

Luego, recalcó que a él no se le hubiera pasado por la cabeza perjudicar de esa manera a un colega, y también aseguró que decidió escribirle para decirle que “eso no se hacía”.

“Me da lata, porque yo conozco a su padre bombero y también empezó a cambiar con el tiempo. Me da lata ver en las noticias las estafas, que debe plata…”, complementó en modo desahogo.

Lo echaron al agua

Pero no fue todo, pues también reveló que un vecino lo llamó para echar al agua a Kaminski y decirle que le debía una millonaria cifra.

“Él vende máquinas para hacer embutidos de Alemania y me llama para decirme que lo ayude porque Kaminski le debe 50 millones de pesos”, relató.

Según se dio a conocer en el programa, la deuda habría surgido tras un fallido negocio que instaló Kaminski en la comuna de Peñalolén, el cual no tuvo el éxito esperado. De hcho, habría quedó encalillado con varios proveedores.

Además, indicaron que la misma Carla Jara en su momento habría pedido unos préstamos para tirarle un salvavidas a la empresa, los cuales todavía estaría pagando.