Ubicada en el punto en que la Alameda sigue hacia Avenida Providencia, el monumento al general Manuel Baquedano González es uno de los hitos reconocibles de la capital. Fue uno de los trabajos realizados para embellecer la ciudad, a comienzos del siglo XX, y reúne algunas historias y datos curiosos.

¿Cuándo se inauguró?

El monumento al general, en que se suman la estatua junto a la serie de relieves que la adornan en su base, fue inaugurado el 18 de septiembre de 1928, como parte del programa de las festividades de fiestas patrias.

La escultura ecuestre, en que se ve a Baquedano con uniforme militar montado sobre su caballo Diamante, fue instalada durante la serie de trabajos de remodelación que definieron la fisonomía del lugar hasta hoy. Antes, en la misma ubicación estaba instalada la escultura Monumento al genio de la libertad -conocida también como El ángel y el león, por su forma-, la que hoy está en una plazoleta al costado del monumento.

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¿Quién fue su autor?

La pieza fue trabajada por las manos de Virginio Arias, con bronce fundido en los talleres de la antigua Escuela de Artes y Oficios. Oriundo de Ranquil, es uno de los escultores más célebres de la historia de Chile.

Además de la estatua ecuestre de Baquedano, otras obras de su autoría son la estatua al Roto Chileno -en la Plaza Yungay-, El descendimiento -que se exhibe en el Museo de Bellas Artes-, el monumento a Diego Barros Arana -hoy en la esquina de Mac-Iver con Alameda-, entre otras. En su carrera ganó una veintena de distinciones y galardones en exposiciones en Chile y Europa. También fue director de la Escuela de Bellas Artes.

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Virginio Arias[/caption]

¿Es cierto que contiene una tumba?

Así es. En el monumento a Baquedano existe una cripta. Se trata de los restos del llamado "soldado desconocido", el cuerpo de un efectivo del ejército fallecido durante la batalla del Alto de la Alianza, o de Tacna (26 de mayo de 1880), que fue encontrado en el lugar por el entonces mayor del Ejército Enrique Phillips.

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Phillips ordenó encajonar en un ataúd el cuerpo del soldado. Al no encontrar un lugar donde depositarlo, decidió guardarlo en su casa. Allí se mantuvo durante unos 30 años.

Finalmente, el ataúd del soldado muerto en Tacna fue instalado en el monumento a Baquedano bajo una cripta señalada con una lápida esculpida por Guillermo Córdova. Simboliza a los chilenos que perecieron durante la Guerra del Pacífico y cuyas identidades se disolvieron en el olvido.