Fiona Jaederlund anda de viaje con sus padres y su hermana en México, donde se toparon con una singular escena protagonizada por la fauna local en el balcón.
Alejandra Fosalba anda de vacaciones familiares con su marido, Lars, y sus hijas, Fiona y Anya Jaederlund, en Cancún, México, donde tuvieron un singular encuentro con la fauna local, el cual, muy sorprendida, una de las retoñas decidió grabar para sus seguidores en redes sociales.
Sucede que durante la mañana el jueves en tierras aztecas, dos emplumados visitantes llamaron la atención del clan Jaederlund Fosalba: dos buitres americanos se posaron sobre el balcón, mientras mantenían majestuosa y ampliamente extendidas sus alas, bastante inmóviles.
“OMG (Dios mío)”, expresó Fiona, la estudiante de medicina de 21 años, que compartió un par de registro del momento. “Waauuu qué loco”, agregó con el celular en mano, captando el momento para Instagram (al final de la nota están las imágenes).
De fondo se escuchaba la voz de su madre, que le sugería “acerca más el teléfono”, o sea, que aplicara “zoom” para mostrar las coloridas cabezas que presentaba el par de aves carroñeras, también conocidas como “jotes” en Chile, y en otros lados de Latinoamérica como “zopilotes” o “gallinazos”.
Se trata de la especie Cathartes burrovianus, conocido como “aura carroñera”, o nombres más familiares como “jote de cabeza amarilla”. Se guían en la búsqueda de comida a través de su gran olfato, tal como lo evidencian sus desarrolladas cavidades nasales; una cualidad no tan común entre las aves en general.
A estos jotes se los encuentra desde el sueste de México, pasando por Centroamérica, y llegando hasta las tropicales de algunos países sudamericanos como Colombia, Bolivia, Argentina, Paraguay e incluso Uruguay. En Chile se han reportado avistamientos de estos buitres en décadas pasadas, pero han sido desmentidos o desestimados en la actualidad, por lo que los autores no suelen considerarlo parte de la avifauna local, según el ornitólogo Daniel Martínez Piña en la guía Aves de Chile (2023).
Acá, sus parientes más cercanos que se pueden encontrar —pertenecientes a la familia de los catártidos (Cathartidae)— son tres especies: los jotes de cabeza roja, de cabeza negra y, por supuesto, el más grande de todos, el emblemático cóndor andino.
¿Qué hacían los jotes?
Respecto a las alas extendidas de estas aves ante la mirada de la actriz y al influencer, “simplemente las están exponiendo al sol”, explica Eduardo Pavez, ornitólogo especializado en rapaces y buitres americanos, a La Cuarta.
“Generalmente lo hacen en la mañana para calentarse al sol”, precisó el también creador del primer Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces de Chile, dato que coincide con el horario en que fue compartido el registro el 22 de febrero. También menciona que cuando se sienten en peligro “a veces” abren sus alas para verse más imponentes —como suele darse en la naturaleza con distintos animales—; “pero no es el caso de las fotos”, aclara.
En tanto, Natacha González, médico veterinaria e integrante de Red de Observadores de Aves de Chile (ROC), destaca a los buitres como aves “súper inteligentes”, a pesar de que puedan tener “fama de torpes”, por lo que duda que puedan estar en esa posición por sentirse amenazados; de lo contrario, “no estarían ahí”, dice a La Cuarta.
“Solamente están regulando temperatura y secando sus alas”, coincide, y detalla que extender sus extremidades es uno de los dos mecanismos que tienen para luego emprender sus vuelos en busca de comida.
Según explica, y considerando que se trata de un clima tropical donde abunda la humedad, la glándula uropigial , la cual suministra el sebo que limpia e protege sus plumas, “no secreta suficiente lubricación para impermeabilizar sus alas, por lo que se secan ‘al viento’”.
De hecho, “eso muy típico en los cormoranes: es común ver yecos en la playa con las alas abiertas”, ejemplifica con estas aves perteneciente a otra familia, pero que aplican un comportamiento similar. Eso sí, “el caso de los yecos es distinto porque ellos no tienen esa glándula muy desarrollada”, advierte a diferencia de los jotes, por lo que todo se sería parte de la vida cotidiana de los jotes.
Revisa acá los sorprendentes registros
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