La “urgente” historia del lobo marino que murió tras ataque de perros callejeros en Mejillones

Lobo marino y perros. FOTO: Nicolás Sandoval
Lobo marino y perros. FOTO: Nicolás Sandoval

El joven mamífero costero ya se encontraba en un débil estado de salud: “Nadaba con dificultad, lento, y se notaba a simple vista que estaba muy delgado”, declara el biólogo marino que grabó el suceso, Nicolás Sandoval. En tanto, los expertos insisten en la amenaza que significa el contacto de la fauna nativa con estos caninos, sobre todo en medio de la arremetida de la gripe aviar: “Es más complicado aún”, advierten.

Unos alaridos desesperados despertaron su atención. Nicolás Sandoval había salido a dar una vuelta con un amigo por la costanera de Mejillones, Región de Antofagasta. Era domingo y, cerca de las 6 de la tarde, ambos llegaron hasta el muelle, donde se quedaron mirando a un gran grupo de lobos marinos sudamericanos —o de un pelo— (Otaria flavescens) arranchados en la orilla.

Esta especie de pinnípedo es común de observar a lo largo de todo el país, según Los cetáceos y otros mamíferos de Chile (LibroVerde, 2022). Su estado de conversación a nivel mundial se considera como “preocupación menor”, según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Al mirar hacia el otro lado, el biólogo marino —buzo y también pescador— notó que había un pequeño de estos mamíferos marinos que estaba “en dificultades”, relata a La Cuarta. “Se encontraba súper mal, nadaba con dificultad, lento, y se notaba a simple vista que estaba muy delgado”.

Los marinos
Lobos marinos en Mejillones. FOTO: Marítimo Portuario

En eso, una jauría de al menos tres perros vagos se puso a ladrarle mientras se acercaba a la orilla. Ya cuando el joven lobo varó y quedó a su alcance de los peludos animales, estos se le lanzaron con todo, lo mordieron, lo agarraron del cuello y de donde pillaron.

Los alaridos del moribundo animal se escuchaban a lo largo de la playa y, ante aquella escena, un transeúnte se acercó para ahuyentar a los perros, e incluso les lanzó un objeto contundente para alejarlos.

—¡Sale, sale! —les gritaba, según se observa en el video grabado por Nicolás desde la distancia.

Los cánidos soltaron a su presa, que intentó, aleteando torpemente, regresar al agua. “Había un hombre bañándose que intentó tirarlo más hacia lo hondo”, cuenta el testigo. “Pero se notaba que el lobo sí o sí iba a varar, estaba muy cansado, más las heridas que le provocaron”.

El lobo falleció unos quince minutos después del ataque, a pesar de que “iba a morir sí o sí, pero los perros aceleraron el proceso”, asegura, considerando que ya presentaba problemas de salud.

Un problema urgente

Igualmente, Nicolás decidió publicar el registro en Facebook, “porque hay un problema con los perros callejeros, muchos de ellos son asilvestrados y atacan a la fauna del sector; no solamente ahí, sino que en Michilla, La Rinconada, Punta Rieles; esas caleta siempre están con perros, algunos bastante agresivos”, asegura sobre otros sectores cercanos.

El biólogo también acusa que la Municipalidad de Mejillones “no toma cartas en el asunto”. Y critica que “hay agrupaciones animalistas que se encargan, pero no reciben ni un apoyo”, por lo tanto, “tienen recurrir a rifas o a la buena voluntad de la gente”.

Así que hace un llamado para que “las autoridades apoyen a estas instituciones, ya sea con alimento u otra cosa, porque el perro callejero se acostumbra a estar en la calle, busca la manera de arrancarse y no hay fondos para alimentación en los proyectos, sólo para vacunación y esterilización”, plantea. “Se esteriliza al perro, pero sigue en la calle y tienen tasas de vida muy altas; y en las campañas de adopción se llevan a los cachorros y los grandes van quedando ahí”, reflexiona y pone en relieve el problema .

“Hoy fue un lobo, pero puede ser un niño en otra oportunidad, o las mismas personas que pasean con sus animales con correa”, declara más allá de la amenaza que significan los perros callejeros y ferales para la fauna nativa. “Fue a modo de crítica y buscar conciencia en la gente”, remarca sobre la divulgación del video.

“Es un problema tremendo el contacto de la fauna silvestre con perros, no sólo por la agresividad que se genera, sino porque existen ciertas enfermedades de la fauna urbana que pueden ser transmitidas a la silvestre”, declara Pablo Salah, veterinario y director de Fundación Ñamku, al diario pop. Y pone el caso del distemper, que puede contagiarse a zorros e, incluso, a los propios lobos marinos.

“La diseminación de un virus así en la naturaleza podría diezmar una población de alguna especie, porque no tienen defensas ni inmunidad de memoria para esa patología”, remarca. “Falta conciencia”, lamenta, y plantea que esa es la razón por lo que “se ha pedido que no se ingrese con mascotas a los parques nacionales”.

“La urgencia es ahora”, declara sobre este problema, “tiene que ser sumamente urgente”.

Pero, además, este caso le hace poner énfasis en la presente escalada de los casos de gripe aviar H5N1. “Es complicadísimo, porque no sólo está afectando a las aves, sino también a los lobos marinos, que tenemos muchos, sobre todo en la región de Antofagasta, que han muerto de influenza, al igual que pingüinos y chungungos”, advierte.

El pasado 26 de abril, Sernapesca confirmó el segundo caso de gripe aviar en lobos marinos, registrado en Chiloé.

“En ese caso es más complicado aún, porque el sólo (hecho) de que estén con un lobo marino, y que ese lobo esté en la orilla y lo hayan podido agarrar los perros, quiere decir que es un lobo que no estaba bien, y podría diseminarse el virus”, plantea sobre el riesgo de que este mamífero marino pudiera tener el virus. “Eso sería sumamente complicado”.

COMPARTIR NOTA