La consola de Microsoft posee un gran atractivo a través de su servicio de GamePass, pero no ha hecho lo necesario para hacerse indispensable, como si lo ha hecho la competencia.
La navidad es una etapa ideal para hacer regalos o autorregalos, sobre todo pensando en videojuegos. Y qué mejor que partir con el foco de todo hogar gamer: una consola de videojuegos.
Desde hace ya un par de décadas, las opciones para comprar una consola de videojuegos moderna son básicamente 3: una PlayStation de Sony, una Xbox de Microsoft o sea cual sea el nombre que tenga la consola del momento de Nintendo.
De las consolas japonesas ya se ha hablado mucho, así que la pregunta que cabe hacerse es ¿vale la pena comprarse una Xbox para esta navidad, pensando en su presente y lo que viene el otro año? Comencemos con los datos.
Lanzada el 10 de noviembre de 2020, la última generación de consolas de Xbox existe en dos sabores: la Xbox Series S y la Xbox Series X. Ambas consolas pueden jugar los mismos juegos, pero poseen características técnicas diferentes. La Series S, por ejemplo, es más pequeña en tamaño y capacidad de almacenamiento -solo 512 GB- además de ser totalmente digital. La Series X, en tanto, es más grande, tiene un lector de discos y es más potente, reproduciendo más fácilmente títulos en 4K y con mayor fluidez que los de la Xbox Series S, que está pensada para pantallas más pequeñas, con resolución Full HD.
Los precios también distan bastante: la Xbox Series S tiene un valor sugerido de 329.990 pesos, mientras que la Series X, de 599.990 pesos. Casi el doble, pero en rigor es una consola con el doble de capacidad, el doble de tamaño y casi el doble de rendimiento, por lo que para un entusiasta, más allá del precio, la opción más clara debería ser ir por la Series X, aunque en ese caso, la PS5 es incluso más barata si la pides sin disco.
Hablemos de la diferencia del lector, ya que lamentablemente el mercado de juegos físicos de Xbox Series X en Chile es prácticamente inexistente. Hoy los pocos juegos físicos que están llegando son para PS5 o para la Switch, y el resto es consumo digital, por lo que salvo que quieras usarla para ver películas, el lector de la consola no te va a servir de mucho.
Y si hablamos de accesorios, la cosa se pone aun más cara. Xbox es de las experiencias que pone más trabas a controles, audífonos e incluso almacenamiento alternativo. Por ejemplo, no es compatible con audífonos Bluetooth, sus controles licenciados son muy pocos y si quieres expandir el almacenamiento, debes comprar unidades de memoria propietarias, que claramente cuestan más por GB que discos o tarjetas que podrías instalar tú, como ocurre en Switch y PS5.
Ahora, hablemos de los juegos. Una de las grandes ventajas de Xbox es su catálogo de juegos, extenso tanto hacia atrás como para la actualidad. La gran mayoría de los juegos son retrocompatibles, así que, si tienes copias digitales o en disco de juegos de Xbox original, Xbox 360 o Xbox One, es muy probable que puedas volver a disfrutarlos en esta consola. Los títulos que no son retrocompatibles tienen que ver principalmente con renovación de licencias, ya sean canciones o marcas comerciales.
Otra cosa importante es la compatibilidad de los juegos entre diferentes plataformas. Antiguamente jugar en línea era solo posible entre jugadores de la misma consola, pero hoy eso cambió y la mayoría de los juegos tienen la opción de cross-play, la que permite que jugadores de diversas plataformas se conecten en experiencias como FIFA, Fortnite, Street Fighter y más. Lo único que hay que cambiar es el sistema de comunicación, ya que salvo que el juego incorpore chat de voz, será necesario usar un sistema externo, como Discord.
Su catálogo de marcas exclusivas ha ido creciendo gracias a las compras de estudios que ha hecho Microsoft, siendo las más grandes que han adquirido Bethesda y Activision Blizzard, lo que le da acceso preferente a series de juegos como Call of Duty, Fallout, The Elder Scrolls, Doom, Diablo, entre otras. Además, están los juegos clásicos como la saga de Halo, Gears of War, Age of Empires, Forza, Flight Simulator, Fable y las franquicias de Rare con las que no ha hecho mucho últimamente. Si algunos de estos juegos, más pensados para un público occidental, te llaman la atención, entonces es tu consola.
Pero su mayor gracia está en el Game Pass, un servicio de suscripción mensual, el cual permite acceder a una librería de cientos de juegos, tal como si se tratara de un Netflix pero para gamers. Se trata de una librería de juegos que va rotando: cada mes se suman títulos, pero también van saliendo, y los hay de todos los géneros posibles. Considerando que en Chile no hay mercado de juegos físicos de Xbox Series X, es quizás la forma más conveniente para probar muchos juegos, aun cuando tarden meses o a veces años en aparecer.
Por supuesto, los juegos publicados por Microsoft y sus estudios siempre están disponibles desde el día 1 en el servicio, pagando por la suscripción más cara llamada Game Pass Ultimate, que tiene un valor de 10.590 pesos al mes. Y considerando que los juegos físicos hoy están cerca de los 60 e incluso 70 mil pesos, un año de Game Pass, donde puedes disfrutar de muchos títulos, equivaldría a dos juegos y medio. En cuanto a precio y cantidad de contenido que entrega, es de las mejores ofertas que puedes tener si, de nuevo, no te interesa estar jugando lo último de lo último.
Pero así tan bueno como es el Game Pass, el principal problema para Xbox es que no es una experiencia exclusiva de la consola. Hoy puedes disfrutar del servicio en un PC con Windows, en dispositivos móviles, incluso en algunos televisores usando el sistema de juego en la nube. La idea de Microsoft hacia el futuro es que Xbox sea más que una caja, sino que un servicio de juegos disponible en varios dispositivos, incluyendo eventualmente consolas de la competencia.
Por ejemplo, hace una semana llegó el juego de Indiana Jones a Xbox, una aventura hecha por el equipo de Wolfenstein, que es parte de Bethesda y que sería una gran exclusiva para el servicio. Sin embargo, a pesar de estar incluída en Game Pass y todo, el juego llegará a PS5 durante el próximo año, por lo que salvo que tengas demasiado apuro, es cosa de esperar.
Y esto, que como negocio puede sonar muy bien, como prospecto para el futuro de la consola, no motiva tanto a tener que comprar una Xbox. Tanto Nintendo como PlayStation han jugado a hacerse indispensables con sus juegos exclusivos y aventuras que solo están disponibles en sus plataformas, mientras que Xbox ha demostrado ser más abierta en ese sentido, lanzando sus títulos con posterioridad en otras plataformas, incluyendo la competencia.
Por algo, a pesar de su esfuerzo, Xbox solo ha vendido unas 30 millones de unidades, mientras que PS5 ha vendido 60 millones y la Switch supera a ambas combinadas con holgura, con casi 150 millones de consolas. Por lo mismo, creo que la Xbox es la que tiene menos proyección como consola y su sistema de Game Pass puede disfrutarse perfectamente en un PC, mientras que en el living dejamos espacio para una PS5 o una Switch. A menos de que sientas demasiado cariño por las franquicias históricas de Xbox, como las ya mencionadas Halo y Gears of War -esta última con un juego nuevo esperado para 2025- y solo en ese caso entonces Xbox debería ser tu opción.