Tres experiencias digitales e inmersivas -dos de ellas creadas íntegramente en Chile- es posible disfrutar hoy en el espacio ubicado en el Parque Arauco. Su principal atracción llamada InBattle, permite enfrentar a grupos en un juego de disparos inmersivo.
La búsqueda por el realismo en el mundo de los videojuegos tiene muchos caminos. Existen experiencias con gráficos cada vez más impresionantes, que buscan replicar hasta el comportamiento de la luz sobre las texturas y ambicionando un realismo cinematográfico.
Y también está la realidad virtual, que, mediante el uso de cascos y controles de movimiento, busca una inmersión sensorial, poniéndote en primera persona dentro de un mundo digital hecho para reemplazar por algunos minutos el mundo en el que vives.
Lucid Dreams, un centro de realidad virtual ubicado en el Parque Arauco, es una demostración ideada en Chile sobre las cosas que podemos disfrutar utilizando lo último en tecnología de inmersión digital. Se trata del primer centro de realidad virtual de libre movimiento de cuerpo completo tanto en Chile como en Sudamérica. Esto significa que la mayoría de las experiencias que ofrecen no solo dependen del casco, sino que también de otras tecnologías que permiten desplazarse de manera libre por un espacio físico, lo cual se ve reflejado dentro del videojuego.
Cristián Spencer es administrador de Lucid Dreams, ubicado dentro del Parque Arauco, en Av. Pdte. Kennedy 5413 Local 501, en Las Condes. Cristián nos cuenta que se trata de la misma empresa que hace cinco años tuvo un espacio ubicado en el edificio del Hotel W. Ahora han vuelto y con grandes cambios en lo que se refiere a tecnología y también a sus experiencias. Funciona a través de un sitio web a través del cual puedes hacer reservas o simplemente ir de paso y utilizar alguna de sus experiencias inmersivas. Sus horarios de atención son de Lunes a Jueves 10:00 a 20:30, Viernes y Sabados 10:00 a 21:00 y Domingos de 11:00 a 20:30.
“Antiguamente usábamos un sistema de tracking con cámaras, el cual conllevaba contar con sensores en los brazos y en los pies, lo cual era muy preciso, pero a veces muy pesado. Ahora trabajamos con Meta Quest 3, cuyos visores ya incorporan sensores de movimiento, lo cual hace que la implementación de la experiencia sea mucho más sencilla, rápida e inmersiva”, nos explica Spencer. Y en efecto, la principal gracia de este renovado Lucid Dreams es lo rápido y cómodo que es armar las experiencias.
InBattle es la atracción principal del lugar. Se trata de una arena de libre desplazamiento, de unos 120 metros cuadrados, en el cual dos equipos de dos jugadores (aunque pronto podrán ser equipos de tres) se enfrentan en un espacio digital que se asemeja a lo que podría ser una arena de paintball. El objetivo del juego es acumular más kills que los rivales y para ello contaremos con nuestros visores de realidad virtual y control con forma de rifle, con el que controlaremos nuestras armas, nuestros poderes e interactuaremos con el mundo.
La gracia de InBattle es que posee un sistema de portales, los cuales debes atravesar para poder ir a diferentes partes del mapa. Esto permite que, por un lado, sean utilizados como cobertura frente a los ataques, pero, por otro lado, las posibilidades del mapa se expandan al infinito. Por ejemplo, dentro de la partida, de repente comenzarán a aparecer unas plataformas que suben y bajan, y para acceder a ellas debemos pasar por uno de los portales. Este dinamismo del campo de batalla hace que tenga la sensación de sentirse como un videojuego, pero a la vez, al controlarse con el cuerpo, tenga un sentido de realidad.
¿Pero cómo se siente? La experiencia en total dura unos 25 minutos: los 10 primeros son para escuchar las instrucciones, aprender a usar el arma y acostumbrarse al control, y el combate en sí dura 15 minutos. Allí el equipo que junta más kills, gana.
Con Paula, mi compañera, hicimos un team de principiantes, frente a uno de los experimentados hombres del team Lucid Dreams. Debo decir que al comienzo todo se siente un poco extraño, ya que tienes el miedo de que te vas a caer, de que algo va a fallar, por lo que terminas caminando con mucha calma y lentitud. Pero ya al acostumbrarse te das cuenta de que puedes caminar e incluso correr y que el mundo responderá de manera realista. El resto es simplemente disfrutar.
El juego, creado de manera original por el mismo team, posee distintas clases de personajes con tipos de armas como granadas, escopetas y escudos para protegerse de los disparos, para generar un estilo de juego algo más táctico, el cual no alcanzamos a desarrollar, pero se ve que está ahí. Igual el título tiene algunas cosas por mejorar, como que cuando eliges un item secundario, tienes que lanzarlo y no puedes retroceder. Sería muy bueno verlo funcionar de a 6 jugadores o con alguna experiencia cooperativa que utilice toda esta tecnología y espacio disponible.
Los 15 minutos son intensos y recomiendo probarlo a cada fan del VR o cada squad de algún juego en línea que hacer una junta en la vida real. Tiene un precio de 16 mil pesos por persona de lunes a jueves y de viernes a domingo, 20 mil pesos por persona.
Lo siguiente que probamos es algo más “tradicional”, en el sentido de que está hecho con productos que un fanático podría ya tener en su casa. Hablamos del Boost VR Racing, el cual utiliza la plataforma de PS5 y su visor de Realidad Virtual para jugar Gran Turismo en una cabina que no solo cuenta con volante y pedales, sino que se mueve de manera realista para sentir cuando el auto va moviéndose, chocando o saliendo por el camino.
De esta experiencia rescato no solo lo bien que funcionan los PSVR 2, sino que el juego que probamos, el Gran Turismo 7, realmente te vuela un poco la cabeza por cómo se ve tanto el interior del auto como la pista a través de las ventanas y el retrovisor.
Otra de las razones por las cuales sé que se trata de una experiencia realista es por lo muy mal que me fue. Si algo demostró la experiencia es que replicó lo pésimo que sería manejando por las calles, lo cual es muy real. Recomendado solo para los tuercas. 12 mil pesos por corredor de lunes a jueves y 15 mil los viernes, sábados y domingos.
Y finalmente está Xpedition VR, una experiencia en solitario de unos 8 minutos de duración, en los cuales se simula un paseo por el Cerro Castillo del sur de nuestro país. Xpedition VR es, más que un juego, una demostración de lo inmersiva que puede ser la combinación de elementos de la vida real y la realidad virtual.
La experiencia utiliza ventiladores para hacerte sentir que está subiendo en un andarivel o en un ascensor, mientras asciendes por una montaña recreada en 3D. La experiencia posee dos momentos clave: uno en el cual debes cruzar por un puente que se desarmó y otra en donde debes cruzar por una montaña agarrándote de unas piedras. Ambas se sienten increíblemente reales y, a pesar de saber que estaba en un espacio cerrado y seguro, mi cuerpo me obligó a estar con cuidado por ese espacio.
Lamentablemente el resto de la experiencia ocurre ya sea dentro del andarivel o del ascensor y creo que, salvo por esos momentos, es quizás demasiado contemplativa para disfrutarla demasiado. Tampoco ayuda que el espacio se vea mucho como un videojuego y que de todas las demos, fue la que más demoró en iniciar ya que usa funciones experimentales de Meta Quest 3 para poder hacer que tus pies se muevan con precisión. De las tres experiencias, es la que más inmerso me hizo sentir, pero es tan corta que no sé si valga la pena tanto pagar por ella. 10 mil pesos de lunes a jueves y 12 mil pesos de viernes a domingo.
En definitiva, lo que más destaco de Lucid Dreams es que se trata de innovación hecha en Chile, en un espacio de acceso abierto y con dinámicas que, espero, permitan sacarle más jugo a utilizar el movimiento del cuerpo en su totalidad. De todo lo que probé me quedo definitivamente con InBattle, que espero que siga evolucionando hacia otro tipo de experiencias que hagan que valga la pena repetir una nueva visita al mundo digital.